El penalti

Zubizarreta es un guardameta que no se ha distinguido en la faceta de detener penaltis. Cuando llegó al Barcelona arrastraba una leyenda negra que le originó problemas con los aficionados que todavía tenían en sus retinas la imagen de Urruti, el hombre al que sustituyó.Lo que teóricamente hubiera sido una simple anécdota se convirtió en noticia un 9 de marzo de 1988. Ese día, Zubi detuvo su primer penalti como portero del Barcelona. Orejuela, entonces en el Mallorca, lanzó la pena máxima y Zubizarreta se lanzó a su derecha y, antes de golpearse en el duro césped del estadio Luis Sitjar, logró desviar la trayectoria del balón. Hacía dos años que el meta azulgrana no lograba detener un penalti.

Precisamente en el mismo estadio mallorquín Andoni tuvo que pasar por un trago amargo. Johan Cruyff acababa de estrenar su cargo de entrenador del Barca y en su primera genialidad sustituyó a Zubizarreta por Unzué en el lanzamiento de la tanda de penaltis en uno de los partidos del trofeo Ciudad de Palma. Muchos pensaron que Zubi tenía las horas contadas como titular. Pero ocurrió todo lo contrario.

Zubizarreta no sólo se ha asentado en la meta del Barca, sino que una intervención suya -detuvo un penalti providencial-, en el partido frente al Lech Poznan de Polonia, abrió las puertas de la final de la Recopa al club azulgrana.