Italia coloca un equipo en cada final europea
, Italia se ha colocado en la pole position de la parrilla del fútbol europeo al colocar tres de sus equipos en las finales continentales. La hazaña no está exenta de precedentes. España, sin ir más lejos, ostenta el récord, al haber clasificado a cuatro equipos para las finales de 1962. En la Copa de Europa, el Real Madrid acabó goleado por 5-3 frente al Benfica; en la Recopa, el Atlético de Madrid venció por 3-0 al Florentina; y, en la Copa de Ferias, el Valencia saldó su duelo fratricida frente al Barcelona con un 7-3 global.
Hace tan sólo tres temporadas el fútbol español volvió a plantar tres banderas en las cumbres europeas, y otra vez con división de resultados. El Barcelona de Venables perdió por penaltis frente al Steaua, que el próximo mes repite final en España. En la Recopa, el Atlético de Madrid fue netamente superado por un impresionante Dinamo de Kiev, y el Real Madrid fue el único que aumentó su colección de orfebrería, tras vencer al Colonia por un 5-3 global en la Copa de la UEFA.El éxito de los italianos no debería sorprender. Ellos son los primeros en decir que su Liga tiene más estrellas que el cielo. Y para formar sus constelaciones han eclipsado con sus grandísimos talonarios a muchos de sus rivales más directos, como alemanes y holandeses. En las filas del Milán, del Sampdoria y del Nápoles, hombres como Maradona, Gullit, Van Basten, Rijkaard, Careca, Cerezo y Alemao pueden jugar sus primeras finales europeas.
Si no sorprende la mayoritaria presencia italiana, sí resulta sorprendente que hayan alcanzado las cotas más altas con equipos que han abandonado los cautelosos preceptos tradicionales del fútbol transalpino para desarrollar un juego netamente ofensivo.
Hace muy pocos años habría sido impensable que un conjunto italiano, tras alcanzar el 1-0 o el 20, buscase con tanto ahínco el 5-0 como hizo el Milán frente al Madrid. 0 que hubiese marcado goles en todos sus desplazamientos, como lo ha hecho el Sampdoria.
Dicho esto, los tres conjuntos tienen personalidades y estilos bien distintos. Maradona, Careca y Alemao dan al Nápoles un toque suramericano, mientras el Milán opera con un sistema cuasi británico con cuatro defensas en línea, marcajes por zonas y pressing en campo del rival. Hasta el pasado miércoles, la mayor preocupación de su entrenador, Arrigo Sacchi, era la falta de eficacia goleadora. Buyo y compañía le quitaron esos dolores de cabeza.
La excepción es el Sampdoria que, a pesar de la presencia en el banquillo del yugoslavo Vujadin Boskov, practica el estilo más italiano. Se muestra más eficaz cuando puede jugar agazapado y lanzando en contragolpes a sus rápidos puntas internacionales Viafli y Mancini, hombres capaces de dañar la delgada carrocería defensiva del Barcelona de Cruyff.
Resulta curioso que dos de los técnicos triunfantes, Sacchi (Milán) y Bianchi (Nápoles), han sido tan cuestionados que en varias fases de la temporada ha parecido inminente su cese.
La historia, sin embargo, en sombrece el optimismo de los ita lianos con vistas al monopolio continental. Si bien en 10 ocasiones, italianos, españoles, ingleses y alemanes, han conquistado dos de las tres copas en litigio, ningún país ha sido capaz de hacer el pleno en el podio europeo. Como dijo Sacchi el pasado n-úércoles: "Está muy bien llegar a la final pero si no se gana..."
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