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Los trabajadores de la EMT impidieron la salida de los autobuses urbanos y forzaron la huelga total

A. M., La acción de los trabajadores de la ENIT, que impidió la salida de los 750 autobuses sujetos a los servicios mínimos, dejó ayer a 1,5 millones de usuarios sin otra opción para viajar por la ciudad que el metro o el automóvil privado, lo que supuso un incremento considerable en la congestión del tráfico en los accesos más importantes a la ciudad y en sus ejes principales. El Ayuntamiento de Madrid denunció ayer la "violencia" ejercida por los huelguistas, que pincharon las ruedas de varios vehículos y desalojaron de las cocheras a empleados que no secundaban el paro. A su vez, Comisiones Obreras y UGT acusaron a la dirección de la EMT de haber impuesto los servicios mínimos sin negociación, lo que les impulsó a no cumplirlos en absoluto.

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El ciudadano, indefenso

Alrededor de las seis de la mañana, grupos de trabajadores de la EMT colocaron varios vehículos, con las ruedas pinchadas, taponando las salidas de las cocheras de la compañía, por lo que, prácticamente desde primeras horas de la mañana, ningún autobús pudo circular por las calles y no se cumplieron los servicios mínimos dictados por el Consorcio Regional de Transportes.Estos servicios mínimos estaban fijados así: en las líneas que coincidieran con itinerarios del metro, sólo funcionarían el 40% de los autobuses habituales en las horas punta -entre el inicio del servicio y las 9.15 de la mañana y entre las 17.50 y las 20.45 de la tarde-, y el 25%. de los vehículos habituales en las horas valle. En aquéllas líneas que no cincidieran con itinerarios del metro, los porcentajes serían del 60% y el 40% según las horas.

Sólo dos autobuses circularon a primeras horas de la mañana, y se retiraron. del servicio a los pocos minutos a la vista de lo que estaba sucediendo. La dirección de la EMT ha acusado a los seguidores de la huelga convocada por CC OO y UGT de impedir la entrada a las cocheras a los trabajadores que decidieron cumplir su jornada y de desalojar a los que estaban trabajando, además de pinchar las ruedas y atravesar vehículos en las puertas de las cocheras. La policía no intervino en ningún momento.

Un portavoz de los huelguistas desmintió que hubiera habido coacciones. Según el portavoz, fueron los propios trabajadores quienes decidieron que no saliera ningún autobús, muy molestos porque los servicios mínimos hubieran sido impuestos por la compañía y el Consorcio.

El mismo portavoz aseguró que en ningún momento hubo coacciones contra ningún empleado, y afirmó que la huelga fue ratificada el pasado lunes en una asamblea a la que asistieron 3.500 trabajadores. Todas las partes del conflicto -centrales sindicales, Consorcio y EMT- han coincidido en lamentar que sean los ciudadanos los paganos de esta situación, y se han echado las culpas unos a otros sobre las causas que la han motivado.

El servicio del metro, según fuentes de la compañía, estuvo bastante más concurrido que lo habitual, y algunas líneas fueron reforzadas, aunque no se llegaron a producir aglomeraciones incontrolables. Por otra parte, también se notó un incremento de aproximadamente un 7% más de vehículos en la circulación rodada, lo que motivó que se produjeran atascos superiores a los normales en las carreteras de Barcelona y la Avenida de América, la de Andalucía y el nudo Sur de la M-30, la de Toledo a la altura de Orcasitas y la de Extremadura a la altura de Campamento. La mayor densidad de tráfico se notó también en algunos ejes importantes, como el paseo de la Castellana, paseo de Delicias y paseo del Prado y plaza de Castilla.

Por otra parte, ayer se cumplió el tercer día de la huelga de los empleados de limpieza viaria. Aunque el martes se desconvocó la huelga de los empleados de recogida de basuras domésticas, la retirada de los residuos se está haciendo a su ritmo habitual, por lo que aún quedan varias toneladas por las calles.

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