'Dabuti', a sus órdenes
Medio centenar de objetores ha iniciado su servicio civil
"Ahora vamos a preparar el programa de trabajo de mañana. ¿De acuerdo?". "Por mí, dabuti, venga". Este diálogo, que dista mucho de los "¡A sus órdenes, mi sargento!" que se escuchan en la mili, sucede entre un responsable del programa de protección civil y uno de los 49 objetores de conciencia que esta semana han empezado a cumplir su servicio civil. Diez objetores de 19 años han elegido la Concejalía de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Leganés (Madrid) para prestar el servicio alternativo al militar.
Allí se formarán en dos programas de protección civil o de la naturaleza. Durante 18 meses conducirán ambulancias, harán trabajos de jardinería, ayudarán a los bomberos y colaborarán en simulacros de evacuaciones en colegios.En la Sociedad Protectora de Animales San Martín de Porres de Alcalá de Henares, José Lobo alimientará y curará a perros abandonados y en la Asociación Nacional para el Deporte Espacial (ANDE), los objetores acompañarán a disminuidos psíquicos en actividades de ocio.
Además de estos organismos mencionados, la Generalitat de Valencia, la organización Prosalús, una asociación pro integración gitana y los ayuntamientos de Picasent (Valencia), Campello (Alicante) y Barcelona han acogido también a los pioneros del servicio civil en España.
La Concejalía de Juventud de Leganés ha destinado un presupuesto de tres millones de pesetas hasta diciembre para el cumplimiento de dichos programas. Los primeros objetores cobrarán 960 pesetas al mes.
Alfonso Coleto Sánchez, de 19 años, objetó al servicio militar por convicciones pacifistas. Sólo lleva desde el lunes en el programa de protección civil. Su opinión es tajante: "Aquí aprendo algo útil: a salvar vidas y no a destruirlas". Para finales de año, Manuel Garrido, oficial sanitario de bomberos y director de estos programas de protección civil y de la naturaleza, calcula que serán 40 los chicos que cumplan su servicio en este área. "No queremos que esto sea una oficina, sino algo muy dinámico", dice Garrido, "trabajarán también para crear una concienciación medio ambiental en los colegios y harán labores de embellecimiento de jardines públicos", añade.
'Mili' de jardinero
Los objetores del Ayuntamiento de Leganés tienen un horario de ocho de la mañana a tres. Dentro de 18 meses poseerán títulos de jardinero ornamental, auxiliar técnico de transporte o de extinción de fuegos, homologados por el INEM. Los que no tengan el graduado escolar, dedicarán parte del tiempo a acudir a la Universidad Popular y preparar el exámen y también sacarán el carné de conducir.Alfonso Coleto, con pelo negro muy largo y aro en la oreja, es pintor de coches y cree que cuando acabe el servicio civil puede tener más oportunidades. "La mili sólo te ofrece un reenganche chungo", dice. Manuel Garrido asegura que todos han empezado con mucho entusiasmo. "Están deseando ayudar en los coches de bomberos y aprender a ytilizar un extintor", afirma.
Rafael Gómez, concejal de Juventud del Ayuntamiento de Leganés, ha sido el impulsor del proyecto, y asegura que aunque el trato con los objetores sea amistoso, se anotarán todas las incidencias en el libro de registro que controlarán inspectores del Ministerio de Justicia.
Guillermo Paz, de 19 años, que objetó hace dos años, opina que al menos, "en el servicio civil sigues siendo una persona". Cree que todavía es pronto para emitir un juicio sobre los programas pero de momento dice estar a gusto. "Lo que nunca va a respirarse aquí es la violencia que se da en un cuartel", concluye Manuel Garrido.
Mateo González Rouco, cordobés de 23 años, ha elegido la organización de promoción de la salud en el Tercer Mundo Prosalús para cumplir su servicio civil. En estos meses elaborará -entre otras actividades- programas de sensibilización con los países necesitados, pero su primera tarea es analizar la situación de la objeción de conciencia en España.
González Rouco es veterinario y ha trabajado como voluntario durante dos veranos en Guinea Ecuatorial en programas de ayuda. Está a favor del servicio civil mientras el militar sea obligatorio. "Pero disiento de esa penalización de seis meses que nos han colocado", dice.
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