España consumó su eliminación en el único partido intenso de la eliminatoria contra Yugoslavia

ENVIADO ESPECIALEspaña quedó eliminada de la Copa Davis, en Split, al perder ayer el partido de dobles, y sumar así Yugoslavia un 3-0 en estos cuartos de final. En un partido intenso, el único emocionante que ha existido en esta eliminatoria, la pareja yugoslava Slobodan Zivojinovic y Goran Ivanisevic derrotó a la española, formada por Sergio Casal y Emilio Sánchez Vicario, por 4-6, 6-4, 4-6, 7-6 (7-5) y 13-11, en cuatro horas y seis minutos. Hoy se jugarán los últimos individuales: Zivonijovic-Casal (14.00, TVE-2) y Sánchez Vicario-Ivanisevic, ya sin nada en juego.

El partido de dobles fue espectacular, sobre todo en su desenlace. La pareja española se agarró a la pista sabedora de su inferioridad en el juego del saque y volea en una pista ultrarrápida. Defendió su suerte hasta el último juego, y esa defensa fue patética en la quinta manga, donde los españoles llegaron a salvar hasta nueve bolas de rotura de servicio. Era una lucha desigual, en la que los yugoslavos ganaban su servicio sin despeinarse, mientras que los españoles sufrían desesperadamente para conservar el suyo.

La impotencia sentida en sus encuentros del viernes hizo salir a los españoles más relajados que nunca. Si perdían se cumplía lo previsto, y una vez ganado a México, se mantenía la categoría. Si ganaban, salvaban su pequeño orgullo y alargaban la agonía hasta el domingo. Emilio y Sergio, que conocen a fondo sus limitaciones, sabían que levantar un 2-0 en contra ante unos saca-misiles como los yugoslavos, era utópico. La historia del tenis español tampoco acompañaba al optimismo: jamás se ha ganado una eliminatoria que se ha comenzado perdiendo por 2-0.

El encuentro fue una repetición de lo que sucedió el viernes. Todo consistía en meter el primer servicio, y si eso se conseguía, el resto iba rodado. El primer set se resolvió con una rotura del servicio de Ivanisevic. Casal y Sánchez se mostraban más conjuntados, mientras entre los yugoslavos, que parecían una versión tenística de el gordo (Zivojinovic) y el flaco (lvanisevic), había pequeñas debilidades que no habían aflorado el viernes.

Esa imagen se diluyó en la segunda manga. Casal perdió su saque en el décimo juego. En el tercer set, fue Zivonijovic el que cedió en su defensa encarnizada y, por primera vez en la eliminatoria, perdía su saque en el noveno juego. En el equipo español, Casal, que había comenzado más flojo, iba aumentadno su ritmo de juego. Emilio mantenía un excelente nivel en el saque -no lo perdió en todo el partido-, pero seguía con muchos problemas en los res tos. Para restar disparos como los de Zivonijovic en esta pista rápida, lo que hay que hacer es cerrar los ojos, golpear la bola y, si se es creyente, rogar para que entre en la pista.

En el cuarto set comenzó la emoción. Ivanisevic, sorprendentemente para ser un chico de 17 años, se mostró como el más seguro de los cuatro. Llegó la muerte súbita, y con ella se quemaron las últimas oportunidades de los españoles para ganar. Los cuatro protagonistas mantuvieron su saque hasta que Casal, en el décimo punto perdió el suyo. No hubo posibilidad de rectificación.

Y si el ritmo en la cuarta manga fue elevado, en la quinta ya fue extraordinario. Los cuatro jugadores, en un tuya-mía, sin respiro, fueron sumando juegos con su saque. Ivanisevic era el que más fácilmente lo conseguía, aunque Zivonijovic apenas tenía problemas. Los españoles lo pasaron mucho peor. Emilio, por ejemplo, tuvo que salvar un 0-40 en el quinto juego y tres ventajas yugoslavas en el 21º. Casal más nervioso, se mantuvo incólume hasta que, en el 232, cuando el resultado parecía dirigirse hacia el infinito, pinchó definitivamente. Estrelló una bola fácil, decisiva, contra la cinta de la red. Era la décima ventaja de que disponía Yugoslavia en este quinto set.

Otros enfrentamientos

Suecia aventaja a Austria por 2-1 (Edberg-Jarryd ganan a Skoff-Antonitsch), Checoslovaquia a la RFA por 2-1 (Srejber-Korda ganan a Becker-Jelen) y Estados Unidos a Francia por 2-0.