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Agua escasa y sol inútil

El agua, el bien más escaso en Madrid y, por tanto, el principal recurso que limita el desarrollo de la ciudad, ha estado perjudicado por políticas sectoriales que han permitido la contaminación de los ríos y sus márgenes. Paradójicamente, afirma el estudio, la política de tarifas de agua es totalmente discriminatoria. Mientras que el agua para riegos agrícolas, que no se recupera ni se recicla, es prácticamente gratis, y el agua para usos industriales, los más contaminantes, tiene un precio muy bajo, el grueso de la financiación de este recurso la soportan los particulares, que son justamente los que devuelven a los cauces el líquido menos contaminado. Una política radicalmente contraria al principio de quien contamina, paga.

"No deja de ser paradójico que Madrid, una de las capitales que destaca en el mundo por la aridez de su territorio, disponga de una industria alimentaria tan consumidora de agua. Entre éstas, abundan las dedicadas a la producción de refrescos, que consumen grandes cantidades de agua, conseguida a bajo precio".

Al contrario, el único recurso en abundancia de que dispone la Comunidad de Madrid, la energía solar, junto con la energía eólica, ambas limpias y no contaminantes, están absolutamente desaprovechadas. "Por ello, su desarrollo debe ser un objetivo prioritario en la política energética madrileña", recomienda el estudio.

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