_
_
_
_
_

'Garygol'

Gary Lineker avanzaba a un ritmo goleador superior al de Bobby Charlton cuando Johan Cruyff comenzó a otear el banquillo del Camp Nou. Gary se puso enfermo y Johan pudo prescindir de él sin recurrir a ninguna excusa. Hasta que un día se descubrió que quería venderlo al Manchester United. Hasta que partido tras partido intentó arruinar su carrera poniéndolo de extremo. Hasta que una noche lo sentó en el banquillo frente al Real Madrid. Entonces quedó claro que Cruyff prefiere a otro antes que a Lineker.Porque si una cosa estaba clara hasta ahora era que Lineker podía perderse cualquier encuentro menos éste. Lo dijo el propio Jorge Valdano la noche en que el equipo blanco salió del Camp Noti con tres goles a cuestas: "Lineker los mataría a todos en el Oeste; es el más rápido". Cruyff no dejó desenfundar ayer a Gary pesé a los gritos del público. "Necesita espacio para moverse", argumentó, "y hoy no lo hubiera encontrado".

El que no entendió nada fue Bobby Robson, seleccionador inglés, que fue al Camp Nou a ver cómo estaba su goleador. Eso sí, vio a Romerito.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_