Yolanda Gil

Yolanda admite que es una chica privilegiada, no porque sea más lista, más guapa o porque haya -tenido más oportunidades que las demás, sino porque se ha propuesto y lo ha conseguido "estudiar y trabajar en una de las mejores universidades de Estados Unidos, y probablemente del mundo, en ciencias de la computación". Para los españoles, este centro tiene otra con notación y es que su rector es precisamente un español, Ángel Jordán, especialista en ingeniería electrónica.No le resultó fácil adoptar esta decisión precisamente por que parece que lo tenía todo en España: varias ofertas de traba jo en el mundo de la informática nada más acabar su carrera hace dos años y medios eco nómicos familiares para em. pro prender cualquier aventura 0 fesional por su cuenta. "Decidi, no obstante, organizármelo de otra forma. Me puse en contacto cori esta universidad y al final conseguí una beca que me va a permitir estar aquí seis años si antes no se han cansado de mí o compruéban que no trabajo lo suficiente".El dinero de la beca no le permite lujos -"el alojamiento en una habitación de la universidad, las comidas (al menos dos veces por semana tortilla española) y algún que otro viaje a Madrid"-, pero entra diariamente en contacto a través de ordenador con sus colegas de la Politécnica de Madrid. El aleja miento de España, la distinta alimentación y el duro clima son quizá las mayores dificultades con qae se encuentra Yolanda.Por el contrario, su trabajo investigador es la parte positiva "Cuando estoy delante de estos ordenadores y de lo que significan comer instrumentos de ayu, da a la investigación se me pa san las horas sin darme cuenta

El centro de los estudios que van a permitir doctorarse y especializarse a Yolanda Gil lo constituye el aprendizaje automático, lo que servirá, por ejemplo, para que un robot que tiene unas órdenes previas sea capaz de modificar su plan sobre la marcha de acuerdo con nuevas informaciones que haya adquirido. "Aquí puedo terminar el doctorado y cien mil cosas más" dice.

Entre estas cosas quizá un día se le ocurra matricularse en un edificio cercano del mismo campus universitario dedicado a la enseñanza de¡ arte dramático, "en el mismo lugar", lo dice ella con un atisbo de orgullo y admiración, "donde estudiaron actores como Robert Redford y Meryl Streep".

Yolanda Gil tuvo una experiencia curiosa recientemente como consecuencia del virus informático introducido en la red informática internacional por un estudiante norteamericano. "Los ordenadores de Carnegie Mellon estuvieron caídos durante una hora y temimos que se hubiera borrado la información que poseemos, lo que hubiera significado una gran catástrofe. Finalmente vimos que los sistemás de autoprotección habían aguantado", señala.