Gil dice que la actitud del hijo de Calderón es uno de los motivos para cambiar el nombre del estadio
Jesús Gil, presidente del Atlético de Madrid, afirmó ayer a este periódico que la actitud "absurda de oposición" de Vicente Calderón, hijo del fallecido ex presidente del club, la sido uno de los factores determinantes en las llamadas de varias peñas y socios pidiendo que se cambie el nombre del estadio". Gil quiere forzar esta idea, que ha provocado fuertes crispaciones en el entorno de la oposición, hasta el punto de que antes de plantearlo en asamblea va a pedir "su opinión personal a los 30.000 socios". Gil señaló también: "Quiero dejar claro que el estadio jamás llevaría mi nombre".
"En mi ánimo jamás podría estar, ni pasarme por la cabeza, que el estadio llevase mi nombre porque estoy en contra de este tipo de bautizos personales para los campos de fútbol, que considero de mal gusto", afirmó ayer Jesús Gil. El presidente del club madrileño, que dijo tambiért en este sentido que no tiene "vanidades de ningún tipo", respondía así a miembros de la oposición que consideran que cairibiarle el nombre al Vicente Calderón, para rebautizarlo como estadio del Manzanares, "sería sólo un primer paso para que el campo fuera suyo".Fuentes de dicha oposición indican que en las últimas gestiones del presidente con responsables de la Seguridad Social se llegó a sugerir incluso en algún momento, "por parte de la dirección del club", la posibilidad de que el Calderón, "al completo", saliese a subasta por el impago a la Seguridad Social, en la suposición de que el presidente acabaría pujando para quedarse con él. Gil, sin embargo, frenó recientemente la anunciada subasta de trofeos y otros muebles del club, tras pactar con la Seguridad Social el pago de las cantidades adeudadas por importe próximo a los 130 millones de pesetas.
Gil señaló también que en su próximo "boletín informativo" va a pedir la opinión, "a través de una carta personal", a todos los socios del club respecto al cambio de nombre del estadio: "Es,to ha surgido de que muchos socios de los míos, de los de verdad, se han sentido molestos porque han visto como el hijo de Calderón, Vicentín, se prestaba a determinados juegos absurdos de una oposición malentendida que ha dañado la imagen del club".
Para el próximo día 31, el presidente del Atlético ha pactado también una entrevista con responsables de Hacienda, que le exigen más de 700 millones por deudas acumuladas desde 1982. "Es curioso", dijo ayer, "ahora creen que el Atlético puede pagar y reclaman de una manera más drástica, aunque al llegar yo al club, Hacienda ya exigía 240 millones, más un 150% de multa. En fin, trataré de arreglarlo, como hago con casi todo".
Gil indicó que no tenía noticias aún respecto a su petición oficial de incoar expediente al juez Miguel Moreiras, que ordenó los últimos embargos contra el Atlético: derechos de traspasos de Manolo, Baltazar, Futre y Donato; cuotas de socios e ingresos del bingo instalado en los fondos del estadio Calderón. Gil sostiene en su escrito que la madre del titular del juzgado námero uno mantuvo con él, desde octubre de 1983 al 20 de septiembre de 1988, "un enconado pleito por el reintegro de un préstamo con sus intereses".
Colin Addison
Por lo demás, ayer fue día de reuniones en el Calderón. El entrenador inglés Colin Addison dialogó con los jugadores, a los que pidió el máximo esfuerzo para ganar la Copa del Rey, dejando al margen el hecho de que él no va a seguir dirigiéndoles la próxima temporada al haberse fichado ya a Javier Clemente. Los jugadores se reunieron luego entre sí para debatir la situación del equipo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.