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¿Quien escondió el dinero?.

La maestra que desnudó a seis escolares para buscar 1.000 pesetas se ha quedado sin alumnos

Rosario García Amat, profesora de EGB en un pueblo almeriense dedicado a la agricultura bajo plástico, nunca imaginó que un billete de 1,000 pesetas y una decisión irreflexiva la iban a conducir ante un expediente y la notoriedad. El 6 de febrero ordenó a sus alumnos de tercero del colegio público San Pedro Apóstol que se desnudaran para buscar el dinero que creía le había sido sustraído. Casi un mes después, Rosario sólo tiene cuatro alumnos; los demás permanecen en casa porque sus padres no quieren que les dé clase una profesora "loca".

La Mojenera, un pueblo de 3.500 habitantes enclavado en pleno mar de plástico del Poniente almeriense, se divide al tratar sobre este asunto. No eran aún las once de la mañana, Rosa y sus 29 alumnos de ocho años hacían ejercicios en clase-, varios de ellos revoloteaban junto a la mesa de la profesora. En un momento dado, un billete de 1.000 pesetas dejó de estar en el bolsillo de la cazadora de la "seño Rosa". "Tuvo que ser alguno de los que estaban más cerca... Les pregunté y ninguno confesó. Incluso acusaron a niños de otra clase, que habían entrado a pedirme papel. Eso me molestó, cogí a seis de ellos y me los llevé a los servicios para que allí se quitaran la ropa".Llegó luego la hora de la salida, la profesora cogió su cazadora, metió la mano en el bolsillo para sacar las llaves del aula y allí estaba, otra vez, el billete verde. "Me pusieron el billete después, cuando estaba ordenando la fila para salir", añade.

La denuncia ante el delegado provincial de Educación fue inmediata, así como la llegada de una inspectora. De los 29 alumnos de Rosario sólo cuatro van a clase, casi un mes después. Los demás faltan desde entonces porque sus padres no quieren que se relacionen con la profesora, de la que dicen que está loca, que pega a los niños, que les tiene atemorizados.

La dirección del San Pedro Apóstol pide calma. Francisco Soler, responsable del centro, no recuerda otro incidente en sus 18 años en este colegio. "Yo le dije a Rosario que no estaba bien lo que había hecho, ni siquiera en el aseo".En La Mojonera no todos los padres están contra Rosario; de hecho la denuncia ante la inspección provino de un reducido grupo que posteriormente influyó en otros padres para aislarla, y conseguir su traslado a otro pueblo.

"Me obedecieron y punto"

"Se ve claramente la mala idea que han tenido", sigue diciendo Rosario. "Quieren quitarme la carrera diciendo que estoy loca y cosas así. Yo les dije: 'Es verdad, he obrado mal. Tienen ustedes razón en enfadarse'. Pero ellos, que abandonara la clase y me fuera. Los niños no se sintieron humillados, se desnudaron a puerta trincada, cada uno en el servicio que le correspondía.Los padres demandantes siguen acusando: "Luego les obligó a escribir 200 veces la frase no debernos robar a la señorita", dice uno de ellos. Deberían hacerle un examen psicológico para comprobar si está capacitada para trabajar en la enseñanza".

Juan Ibáñez Baeza, presidente de la asociación de padres, no está conforme con el procedimiento seguido por los padres que presentaron la denuncia. Rosario García, casada y madre de tres hijos mayores, prepara la presentación de una querella por injurias. "Yo no soy un ogro. Cuando les mandé que se desnudaran los niños lo tomaron en buen plan, les dije que me obedecieran y punto."

En el patio del colegio, los alumnos juegan al baloncesto. A ellos sólo les ha llamado la atención la constante presencia de extraños, algunos con cámara de televisión. Ninguno quiere comentar lo sucedido. Uno de los alumnos que aún le queda a Rosario admite que la seño tiene malas pulgas.

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