Felipe González ve "mas autocrítica que crítica" en el documento de los 15 militantes
El presidente del Gobierno, Felipe González, ve "más autocrítica que crítica" en el documento firmado por 15 militantes del PSOE que censura la línea actual de la dirección, puesto que el texto procede de personas con responsabilidades políticas. Dirigentes de UGT han analizado también esa misma iniciativa, que consideran interesante porque refleja movimientos existentes en la sociedad, lo cual no implica un respaldo sindical a la misma.
Felipe González realizó ayer el primer comentario público de un alto dirigente socialista respecto al mencionado documento. El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE dijo que no puede considerarse una crítica el hecho de que representantes parlamentarios aseguren que se ha perdido proximidad con los problemas de las personas que representan. Eso es "una autocrítica", según el argumento presidencial, ya que la obligación de los representantes es estar muy cerca de los representados y conocer bien sus problemas.El jefe del Ejecutivo defendió también la posibilidad de crítica y debate en el PSOE, siempre que se mantenga en los cauces internos y no se haga a través de pliegos de firmas, que pueden encontrarse con otros pliegos de firmas en sentido opuesto. Asimismo reiteró la idea de que los instrumentos de comunicación no han sido rotos por el Gobierno ni por el partido, sino por la central sindical.
Mientras el presidente del Gobierno realizaba estas valoraciones, dirigentes de la UGT analizaban, de manera informal, las últimas novedades registradas en el espacio político socialista. La dirección de UGT rechaza la paternidad de la iniciativa adoptada por un grupo de militantes del PSOE, autores del documento presentado el pasado lunes al presidente del partido, Ramón Rubial.
En todo caso, el secretario general de UGT, Nicolás Redondo, prefiere quedarse al margen de las polémicas en el partido. Eso no quiere decir que la dirección sindical niegue su interés por el proceso en marcha. Se trata de una posición no exenta de cierta ambigüedad e incertidumbre, que uno de los dirigentes de UGT explica así: "Es positivo que las organizaciones políticas reflejen lo que está ocurriendo en la sociedad española, pero el documento no es un asunto que la ejecutiva de UGT haya tratado ni tenga previsto hacerlo".
Lo que ocurre, según ese punto de vista, es que la huelga general fue un hecho de envergadura suficiente como para producir efectos en las organizaciones que representan a la sociedad española. "Eso no quiere decir que todo lo que sucede esté organizado por la UGT. En tres meses hemos pasado de ser considerados poco menos que un grupo marginal, a que se afirme que somos el elemento determinante de cuanto sucede. La realidad es que ni era cierto lo primero, ni tampoco lo segundo".
Viajes a la RFA
La difusión del documento de los críticos se produjo en ausencia de Nicolás Redondo, que se encontraba en la RFA -acompañado por José María Zufiaur- el mismo día en que Ricardo García Damborenea y otros tres firmantes entregaban el documento crítico a Ramón Rubial.
Ese viaje ha confirmado el interés de la socialdemocracia alemana por mantener buenas relaciones tanto con el partido como con el sindicato. Los dirigentes de la UGT se entrevistaron con el presidente de la central sindical socialdemócrata (DGB), Ernest Breit -quien preside también la Confederación Europea de Sindicatos (CES)-, pero los organizadores del viaje se las arreglaron para que se entrevistaran también con el presidente del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), Hans Vogel.
Una semana antes había estado en el mismo país el presidente del Grupo Parlamentario Socialista, Eduardo Martín Toval, invitado por el SPD. Pero este partido organizó también un encuentro de Martín Toval con los líderes de la confederación sindical socialdemócrata.
Por lo que se ve, la Internacional Socialista no pierde interés por España ni por las dos partes enfrentadas en el conflicto, partido y sindicato.
