El Banco de España negociara con el Banesto y el Central para suavizar los efectos de la ruptura
"El Banco de España tiene toda la buena disposición necesaria para negociar con el Central y el Banesto los mecanismos necesarios para que la ruptura de la fusión no les suponga trastornos" afirmó ayer una fuente del banco emisor que solicitó no ser identificada. "El hecho de que una fusión haya sido descartada no quiere decir más que eso, y la pretensión de decir que hay bancos en crisis no está justificada" añadió. Carlos Solchaga, por su parte, negó que el Gobierno hubiera apoyado la fusión para que Miguel Boyer fuera el futuro presidente del Banco Español Central de Crédito (BECC).
El banco emisor estaría dispuesto, según afirman las fuentes consultadas, a negociar un calendario para que los dos bancos procedan a las amortizaciones y dotaciones correspondientes desboblándolas en dos años en lugar de que deban encajarse en un solo ejercicio. Los expertos consideran, por si hiciera falta clarificar la postura de las autoridades monetarias, que el mensaje se centra en que las aguas han vuelto a su cauce.En línea con los mensajes de tranquilidad de la autoridad monetaria sobre el sistema financiero español, Central y Banesto comunicaron oficialmente a la Bolsa de Madrid la ruptura de la fusión y lajunta sindical de la institución procedió ayer a readmitir la cotización de ambos bancos. La reaparición significó para Banesto una pérdida de dos enteros en la cotización, con un cierre al 948%. El volumen de títulos sin casar fue de 74.010, atendidos íntegramente por el banco. Un total de 302.581 títulos fueron casa dos entre comprador y vendedor en el corro. El Central adquirió el 75,5% de los 26.229 títulos que no encontraron comprador, repitiendo el cambio de 950%. La limpieza de títulos hecha por Banesto impidió la aparición de saldos vendedores entre los despachos de agentes ayer por la tarde. El pasado jueves, el banco emisor estuvo en contacto permanente con la junta de la bolsa y llegó al acuerdo de la suspensión de la cotización de los dos bancos ante las versiones de una inminente ruptura de la fusión.
Este ha sido un elemento de presión significativo para que se acelerase el proceso de oficialización de la ruptura, que sufrió una parálisis desde el viernes pasado hasta el martes, mientras se desarrolló un pulso entre autoridades y bancos por quién asumía la ruptura.
Acusación de Segurado
El ministro de Economía, Carlos Solchaga, rechazó ayer la acusación del diputado del PP, José Antonio Segurado, que el Gobierno había apoyado una fusión [Central- Banesto] en base a que una determinada persona [Miguel Boyer] iba a ocupar la presidencia del nuevo banco. Segurado había acusado al Ejecutivo, ayer en el Congreso, de haber propiciado la fusión sobre la base de colocar en su presidencia a una determinada persona, en una velada alusión a Boyer.En cuanto a cómo encarrilar ahora las alternativas para ambos bancos, no está dentro de las expectativas del banco emisor recomendar beneficios fiscales por fusiones dentro de los propios grupos bancarios, eliminando segundas marcas, para aplicar dichos beneficios a las partidas señaladas. Está descartada la generación de plusvalías por este camino -hipótesis manejada el pasado viernes por asesores nacionales y extranjeros de las grandes entidades y publicada en la edición del sábado pasado por EL PAÍS con la salvedad de que Hacienda difícilmente autorizara esa vía- aplicándolas a dotaciones, amortizaciones y a una recompra de acciones para amortizarlas.De esta forma, la posibilidad para Banesto de reducir el volumen de títulos sin reducir capital queda cerrada. Tampoco puede lisa y llanamente reducir capital, simplemente porque el coeficiente de garantía que exige un determinado volumen de recursos propios -capital más reservas- para el tamaño de la inversión crediticia de ese banco lo impide. Más aún, la no fusión, que supone eliminar de las reservas 80.000 millones de pesetas, puede dejar alterada esta relación.
Sin embargo, la verdad estricta sobre estos particulares reside en los balances confidenciales de los bancos que no son de dominio público y sobre los cuales el Banco de España tiene una custodia inviolable. Así las cosas, Banesto ha dicho oficialmente que la no fusión le costará -deberá desembolsar de su bolsillo- 23.452 millones de pesetas.
El portavoz del Banco Central dijo carecer por el momento de ese dato. Otra fuente del mismo banco señaló que, en el caso del Central, el coste de la no fusión manejado ayer por el consejo del banco -con los mismos criterios con los que los ha calculado Banesto- sería de 13.000 millones de pesetas. Otras fuentes próximas a la operación habían cuantificado en 53.000 millones estas necesidades del Central, mientras que comentaron la posibilidad de que Banesto incluyera otros 15.000 millones de dotaciones para fondos de pensiones en ese capítulo; la autoridad monetaria, sin embargo, no parece tener intención de exigir este último aspecto.
Mientras, Banesto ha convocado para las 17.00 horas del próximo lunes, la reunión del consejo de administración de la entidad, que deberá ratificar la decisión de romper el proceso de fusión con el Central.
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