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Diane Williams: "Me sentí envejecer rapidamente"

El uso continuo de esteroides anabolizantes causó complicaciones físicas y médicas a la atleta estadounidense Diane Williams, según ,confesó ella misma a EL PAÍS. U brotó barba y bigote, padeció problemas ginecológicos, la piel se le resecó y comenzó a despellejarse. Se arrugó del todo. "Sentí que estaba envejeciendo rápidamente", resumía ayer antes de participar en los 60 metros -fue la tercera- y los 200 -la segunda- de la reunión de Sevilla, en la que Maite Zúñiga estableció el récord nacional de los 800 metros en 2.01.83 minutos.

En declaraciones para este diario y el norteamericano Los Ángeles Times, Willianis confirmó que ingirió esteroides anabolizantes desde enero de 1982 hasta marzo de 1984. Dos veces olímpica, es una de las pocas atletas que ha confesado llaber tomado drogas prohibidas por el Comité Olímpico InI.ernacional (COI) y la federación internacional. En vísperas de los Juegos de Los Angeles 84 dio positivo en un control, pero el comité de su país no la sancionó.Williams, de 28 años, dijo que se dopó con dianabol y anavar e inculpó a su antiguo entrenador, Chuck Debus, declarando que le pasaba pequeños envases blancos, sin recetas médidas al dorso, de 50 a 100 pastillas cada uno. "Me lavó el cerebro. No sé cómo ocurrió. Si alguien tan inteligente y normal como yo puede sufrir así, entonces es posible que cualquiera sea una víctima. Los cambios que padecí fueron notables. Al principio, desarrollé los músculos, me puse más grande. Tal y como cambiaba mi cuerpo, temí que la gente se diera cuenta", manifestó. Mientras tanto, Debus, que ha preparado a Florence Grifrith Joyner y Sandra Myers Brown, lo desmintió todo: "Es un cuento".

"Quise hablar sobre el asunto hace cuatro años", añadió Williams, "pero no estaba preparada. Durante el tiempo que tomé las drogas, me sentí muy mal. Ni siquiera sentía ser parte de la especie humana. Creo, de todo corazón, que ya es hora de que me enfrente a la verdad para poder seguir con mi vida". Williams, que llegó a ingerir somatropina, una hormona de crecimiento que se extrae de los cadáveres, expuso que Debus le recomendó un médico y que le visitó en marzo de 1984. No volvió a verle porque tenía miedo a las inyecciones, le iba a costar 100 dólares semanales y estaba abochornada. "El entrenador olímpico, Brooks Johrison, y los demás sabían que había dado positivo. Me trataron como si tuviera la peste".

Ayer, en Sevilla, Maite Zúñiga batió su plusmarca de los 800 metros, con 2.01.83 minutos, en una prueba que contó con la rumana Maricica Puica como liebre de lujo y que fue ganada por la también rumana Doina Melinte, con 2.00.38. El estadounidense Carl Lewis venció en los 60, con 6.64 segundos, por delante del cubano Andrés Simon, que le superó en Oviedo. El marroquí Said Auita ganó los 1.500 metros, con 3.37.33 minutos. Y el soviético Sergei Bubka se impuso con la pértiga, con 5,81 metros.

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