La policía cargo cuatro furgonetas de droga, armas y televisores tras 'reventar' tres pisos
Más de 100 gramos de heroína, además de otras cantidades menores de cocaína, hachís y marihuana, fueron decomisados por el Servicio Zonal Especial de Centro tras reventar tres pisos ocupados por la familia de María de los Ángeles Alonso Tejedor. Además de la droga, los agentes se incautaron de numerosas alhajas, ropas, armas y aparatos de imagen y sonido, que llenaron cuatro furgones de la Policía Nacional. Este mazazo policial es uno de los mayores llevados a cabo desde que meses atrás comenzó la operación limpieza en el corazón de la capital madrileña.
Los agentes venían realizando investigaciones desde hace tiempo en torno a un piso de la finca número 5 de la Corredera Baja de San Pablo, cerca de la Gran Vía, donde presuntamente acudían drogadictos para pillar (adquirir) heroína y otros estupefacientes.Tras comprobar sus sospechas, los funcionarios del Servicio Zonal de Centro decidieron solicitar mandamiento de entrada y registro en la vivienda, que les fue autorizado ayer por el juez de Instrucción número 13 de Madrid.
Los agentes irrumpieron en el apartamento primero izquierda del citado inmueble, ocupado por María de los Ángeles Alonso Tejedor, de 44 años, natural de la localidad vallisoletana de La Seca. Esta mujer se hallaba en la cama y bajo el colchón fueron encontrados varios paquetes que contenían heroína, según informaron fuentes policiales.
Además de María de los Ángeles Alonso Tejedor, los policías detuvieron en el curso de la operación a sus hijos Francisco Javier y María de los Ángeles Ganuza Alonso, así como a sus familiares Matilde y Julio Tejedor Alonso.
Durante la noche y madrugada de ayer fueron reventados un total de tres pisos: el ya mencionado de la Corredera Baja de San Pablo, un ático situado en la misma finca, y otro piso del número 13 de la calle de Loreto Prado y Chicote. Todos estaban ocupados por los miembros de esta familia.
Los agentes decomisaron más de 100 gramos de heroína, 16 de cocaína, 82 de hachís, 33 de marihuana, varias pastillas de anfetaminas y una planta de marihuana que estaba plantada en una maceta.
Un bazar
También fueron incautados más de 60 anillos, medallas, cadenas, pulseras, relojes, una caja de oro en polvo, una escopeta de cañones recortados, una pistola simulada, televisores, aparatos musicales, calculadoras, radioteléfonos, dos guitarras eléctricas, 50 navajas, machetes, sables, varias cajas de libros nuevos, balanzas de precisión y abrigos de piel. La policía llenó cuatro furgonetas para trasladar este auténtico bazar hasta las dependencias de la comisaría de la calle de La Luna.Los hombres del Servicio Zonal de Centro han comprobado que las viviendas reventadas ayer eran frecuentadas por toxicómanos. Estos solían llamar por teléfono desde una cabina cercana a la Corredera Baja de San Pablo para saber si podían subir a comprar droga. En caso afirmativo, dichos individuos se dirigían al piso y adquirían la heroína a cambio de dinero o mediante trueque de algún objeto.
La policía sospecha que los aparatos de imagen y sonido, así como otros objetos de plata, preceden presuntamente de robos perpetrados en domicilios, mientras que las joyas puede n ser el fruto de numerosos atracos callejeros cometidos contra transeúntes.
'Puntos negros'
Esta intervención es una de las más importantes realizadas en el distrito de Centro desde que hace cuatro meses se inició la operación limpieza. El punto de arranque de esta ofensiva contra traficantes y prostitutas fue el asalto policial del ya famoso antro de la calle de la Ballesta número 7, que actualmente se halla cerrado y precintado por orden judicial.Otros puntos negros, repetidamente denunciados por los ciudadanos, han sido igualmente atacados por las fuerzas de Seguridad del Estado: pensiones de las calles de Desengaño, Muñoz Torrero, Montera, Caballero de Gracia y La Cruz. Las asociaciones de vecinos y comerciantes reconocen que "ahora la zona está mucho más tranquila".
La constante presión que la policía viene ejerciendo contra las csas de citas y picaderos de toxicómanos ha hecho que muchos de estos centros de delincuencia se hayan trasladado a los alrededores de la plaza de Santa Ana, abandonando la clásica zona de los alrededores de la Ballesta.
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