Semana complicada
Los temores que mostraron los mercados de valores a lo largo del ciclo anterior han comenzado a tomar cuerpo, centrándose en unos cuantos puntos concretos. El primero de ellos, la trayectoria de Wall Street, como reflejo de las tensiones del sistema económico norteamericano, ha tomado cierto protagonismo en la sesión de apertura semanal, sobre todo porque ya el pasado viernes aquel mercado registró un recorte que puede ser preludio de problemas aun mayores.La próxima publicación de las cifras del déficit comercial norteamericano vuelven a ser motivo de preocupación para unos inversores que no tienen muy claras las posibilidades de la renta variable al margen de las vicisitudes del sistema económico.
También preocupa el nivel que alcancen los activos líquidos en manos del público, los famosos alpes, pues si la decena anterior el Banco de España aportó liquidez para evitar tensiones, puede que ahora se deje que el grado de liquidez sea el que determine el nivel de los tipos de interés.
Si a todo esto se le añade la inminente publicación del IPC de enero, es fácil comprender que la suma de elementos negativos en potencia supera con facilidad la posibilidad de generación de plusvalías al sobrecargar en exceso el factor riesgo.
Como consecuencia, el dinero ha optado por mantenerse casi siempre al margen, incluso cuando las posiciones al cierre indicaban su predominio, pues la aparición de contrapartidas forzaba su retirada.
