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Schuster y Beenhakker se contradicen sobre la causa de la sustitución del alemán ante el Elche

Leo Beenhakker, entrenador del Real Madrid, y el jugador Bernd Schuster se contradijeron ayer al explicar los motivos de la sustitución de éste el pasado miércoles, en el minuto 61, contra el Elche. "El mismo pidió el cambio porque tenía una pequeña contractura", justificó el técnico al término del partido. "No, yo no pedí el cambio" dijo ayer Schuster. "Ha debido de ser un error internacional de lenguaje", concluyó Beenhakker. Schuster aún tuvo tiempo para afirmar también: "Jugando así no vamos a ganar ningún título".

Schuster encajó así su primera sutitución de orden táctico en el Madrid: "Era lógico, ya que a mí me pueden cambiar como a cualquier otro. Siempre hay una primera vez. En el Barcelona ya me pasó eso". Schuster se mostró mucho más duro en sus juicios respecto al mal juego personal y del equipo: "Si jugamos todos así, no se podrán ganar muchos partidos, ni en casa ni fuera. Contra el Elche estuvimos bajo cero y así no vamos a ganar ningún título, nada. Claro que peor que en estos últimos encuentros no creo que juguemos. Los contrarios se cierran muy fuerte en el Bernabéu y encima llegan una vez a nuestra área y te tocan".A la pregunta de cómo se encontraba de las molestias musculares que habían motivado su petición del cambio, según había afirmado Beenhakker tras el partido, Schuster contestó: "Yo no pedí el cambio y sólo tengo un poco duro el músculo". Beenhakker había manifestado al respecto nada más concluir el choque: "Él mismo pidió el cambio porque tiene una contractura sin ninguna importancia, pero se creyó más aconsejable sustituirle para evitar males mayores".

Schuster dejó caer también lo que desde su fichaje venían manifestando ciertos sectores, que habría partidos en los que sus condiciones futbolísticas chocarían deportivamente con las de Gallego, lo que hasta ayer se había negado casi sistemáticamente en el entorno del equipo. "En la segunda parte", confirmó Schuster, "Gallego se fue al centro del campo. Está claro que, si vamos nosotros juntos, sobra uno. Esta vez me tocó a mí. Somos de las mismas características y los dos juntos en la misma zona es muy difícil que juguemos porque ahí molesta uno".

Gallego comenzó jugando contra el Elche de libre, pero en el segundo tiempo Beenhakker le adelantó al centro del campo para dirigir el equipo junto al alemán, aunque, finalmente, optó por cambiar a Schuster. Desde los comienzos de temporada, el técnico ha tratado de buscar acomodo a Gallego, lo que es algo complicado porque en la media sus características son similares a las del alemán, como admite Schuster, y como libre le falta contundencia en los balones altos, por lo que se ha alternado con Tendillo.

Si en el aspecto deportivo parece confirmarse al cabo de seis meses que Schuster no acaba de encajar, en el terreno personal, curiosamente el que más preocupaba antes del fichaje, el alemán fue muy bien acogido por toda la plantilla. Ya en la pretemporada, Schuster y Gallego comenzaron compartiendo habitación -la 205 en la localidad holandesa de Winterswijk, como recuerda significativamente un jugador- para que ambos empezaran a sintonizar fuera del campo. Con el paso del tiempo, sectores del vestuario han comprobado que el alemán no ha acabado tampoco de entrar en la dinámica de grupo vencedor del equipo, aunque "cumple como un buen funcionario, muy profesional, su misión".

Falta de motivación

Por lo demás, Beenhakker achaca a una falta de motivación el mal juego del equipo en el Bernabéu. Ayer señaló: "No hay que dramatizar, aunque estamos trabajando duro para buscar soluciones".El Madrid, pese a su mal juego, se mantiene invicto. Algún miembro de la plantilla admite que la fortuna ha contribuido a ello: "Es cierto que hemos tenido algo de fortuna, pero está claro también que la buscamos hasta el final y nunca damos nada por perdido. Y, además, si aún no hemos perdido sin jugar bien, cuando cojamos la onda... ".

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