Renfe y el Ayuntamiento acuerdan crear un pasillo verde que cruzara el suroeste de Madrid

La zona suroeste de la capital va a sufrir a lo largo de los próximos cuatro años una profunda transformación. Las vías férreas tendidas entre las estaciones de Príncipe Pío y Delicias van a ser enterradas y sustituidas por un bulevar flanqueado por zonas verdes y equipamientos deportivos y culturales (los trenes seguirán circulando por túneles). El coste de la transformación de esta zona, de 1.565.000 metros cuadrados, se elevará a 17.500 millones de pesetas, cantidad que será recuperada con la venta a la iniciativa privada de unos 98.000 metros cuadrados en los que se levantarán oficinas, comercios y viviendas.

La constitución del consorcio encargado de la ejecución y desarrollo del pasillo verde ferroviario puso ayer en marcha una de las reformas urbanas más ambiciosas acometidas en los últimos años. La zona afectada es la comprendida entre la estación de Príncipe Pío (Norte) y el parque Tierno Galván, que sufrirá una importante transformación como consecuencia del enterramiento de las vías ferroviarias que hoy discurren en superficie y dividen al distrito de la Arganzuela.Pero no sólo se invertirán 3.000 millones en enterrar las vías. La operación ha sido aprovechada para crear un corredor verde, en una de las zonas más saturadas de Madrid, que discurrirá en paralelo al río Manzanares. Las actuales vías darán paso a un bulevar de ocho kilómetros, cuya construcción costará 1.300 millones de pesetas.

Este bulevar, al que se opusieron inicialmente los vecinos, ha sido aceptado con satisfacción al desistir el Ayuntamiento de convertirlo en una vía rápida para el tráfico automovilístico. Al final, se ha acordado su calificación como espacio abierto y se encomienda al área municipal de Circulación que proponga el tipo de tráfico que debe ser permitido.

A ambos lados del nuevo bulevar se construirán equipamientos y zonas verdes con una inversión de 1.552 millones, y se invertirán otros 1.000 millones en nuevas instalaciones ferroviarias. Todo ello, tras gastar 1.000 millones en expropiaciones y 3.950 millones en urbanización.

A estos costes se sumarán los 4.778 millones que se gastarán en el desdoblamiento de la vía ferroviaria entre Príncipe Pío y Atocha, pues la operación no sólo tiene un carácter de mejora urbana, sino que también intenta potenciar el uso del tren.

En la actualidad, Príncipe Pío y Atocha están comunicadas por una única línea, en superficie e infrautilizada. Cuando una nueva línea doble y subterránea esté en funcionamiento, los habitantes de las localidades del noroeste de la capital (Las Rozas, Villalba, Torrelodones y Pozuelo,entre otras) podrán llegar a Atocha vía Príncipe Pío y continuar, si lo desean, a Chamartín.

La operación prevé las siguientes actuaciones:

Príncipe Pío. Los viveros municipales se convierten en parque urbano. Desaparecerá el paso a nivel existente entre San Antonio de la Florida y el parque del Oeste. Se crea un nuevo edificio de cercanías ferroviarias conectado con el metro y los autobuses.

Imperial. La superficie de la estación será ocupada por una zona deportiva con estadio de atletismo, pista múltiple y piscinas. Se crea un apeadero ferroviario.

Pirámides. Se abre un bulevar entre la plaza de Francisco Morano y la de Ortega y Munilla.

Peñuelas. La estación se convertirá en un parque dotado de servicios sociales, centros de BUP y Formación Profesional, piscina y pistas polivalentes.

Delicias. Se crea una avenida entre la antigua estación y el anfiteatro del parque Tierno Galván.