El Barcelona superó con brillantez al Jugoplastika
El Barcelona y el Jugoplastika disputaron anoche, en la Copa de Europa, un partido tan bello como inesperado por la forma en que ambos lo plantearon tácticamente. Los dos equipos explotaron al máximo sus recursos técnicos para suplir sus achaques y el resultado fue un encuentro repleto de pequeños matices y sutiles variaciones tácticas. El Barcelona se impuso por 7970 con lo que obtuvo el 4-0 (cuatro victorias en otros tantos enfrentamientos), pero, ademáis, se aplicó en la consecución. de una imagen por fin convincente, como no la había reflejado antes sus anteriores rivales, el Maccabi de Tel Aviv, el Aris de Salónica y el TSSKA de Moscú.
El Jugoplastika, clásico equipe, yugoslavo en cuanto a su constitución, jugó a la italiana; es decir, controlando en todo momento su juego de ataque, buscando una buena selección de tiro y, por encima de todo, defendiendo al límite de sus recursos. Tan sólo no se pareció a un equipo italiano o a lo que es, uno yugoslavo, en que no utilizó ningún tipo de marrullería ni explotó al máximo el contacto físico en los marcajes. Incluso saludó caballerosamente tras la finalización del partido.
El Barcelona prescindió de Norris, lesionado en la rodilla derecha, la contraria de la que le falló el pasado año, y colocó como titular al junior Abad. Estuvo limitado además porque Jiménez arrastra las consecuencias de una gripe y Crespo, desconoce aún hasta qué punto resiste su maltrecho menisco. La paradoja es que, pese a estos inconvenientes, el equipo azulgrana ofreció una de las mejores imagenes de esta temporada.
La igualdad se mantuvo durante casi toda la primera parte. La mejor virtud barcelonista residió en su excelente defensa, en la que Abad y Jiménez se turnaron en el marcaje de Radja y Sibilio y Crespo en el de Kukoc, las dos grandes estrellas del equipo yugoslavo, menos homogéneo que el Barcelona. Además, los pivots azulgrana se aseguraron el rebote defensivo y jugaron con una cierta relajación, puesto que los yugoslavos renunciaron al forcejeo bajo el aro y sólo llegaron a él con algunas meritorias jugadas en las que Radja ofreció buenas asistencias a algún compañero que llegaba suelto desde fuera tras un bloqueo.
El clímax de esta defensa llegó tras el minuto 15, cuando el Jugoplastika agotó en dos ocasiones consecutivas sus 30 segundos de posesión sin tirar y, además, fue castigado con una falta intencionada de Buric a Epi. El parcial de 34-25 fue la máxima renta en el primer período. La ventaja se redujo por un bache de concentración en Abad, que incurrió dos veces en cámino y falló dos tiros libres, y en Jiménez, que realizó una absurda falta en ataque tras fallar su tercer intento de canasta.
En el segundo periodo los yugoslavos se llegaron a poner a tan solo tres puntos, 38-35, pero tres robos consecutivos de balón, dos de Costa y uno de Jiménez, propiciaron otros tantas canastas en contraataque. Los yugoslavos empezaron a tener problemas para forzar su cadencioso ritmo y se mostraron incapaces de arriesgarse con una mínima precisión. De modo que, cuando Jiménez cogió la onda y Costa puso su cuentakilómetros a 100, el Barcelona se disparó y convirtió el atestado Palau Blaugrana en una gran fiesta.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.