Un bebé de cuatro meses muere carbonizado al incendiarse su chabola
Un bebé de cuatro meses murió anoche carbonizado al incendiarse la chabola en la que vivía. Débora Pardo Silva dormía sola en la casa cuando minutos después de las seis y media de la tarde una chispa procedente de un tendido eléctrico provisional prendió el techo de la vivienda. La chabola, que quedó destruida parcialmente, está situada en la calle de Armengot, en el distrito de Carabanchel.
El incendio se produjo minutos después de las seis y media. En esos momentos, el bebé se encontraba durmiendo solo en la chabola, ya que su padre, José Pardo, de 18 años de edad, había salido a pasear por el barrio con unos amigos, y la madre, Remedios Silva, de 16 años, se encontraba realizando algunas compras. La víctima era la única hija del matrimonio.El abuelo paterno de la fallecida, Pedro Pardo Jiménez, había quedado a cargo de la niña, pero se encontraba en una chabola contigua, separada por un patio de la vivienda siniestrada.
Pedro Pardo, según sus propias declaraciones, tardó algunos minutos en percatarse de que se había producido el incendio, por lo que cuando intentó salvar a la niña la casa se encontraba ya completamente envuelta en llamas y era imposible acceder al interior.
Varias dotaciones de los bomberos llegaron al domicilio siniestrado, el número 11 de la calle de Armengot -muy próxima a la avenida del General Ricardos-, sobre las siete de la tarde, tras ser alertados por un vecino.
Cuando trataban de apagar el incendio, la madre del bebé intentó penetrar en la vivienda para rescatar a su hija, pero las llamas se lo impidieron. Remedios Silva resultó herida con quemaduras de diversa consideración en la cara, el cuello y las manos. A las 19.30 el fuego quedó totalmente sofocado.
Chispa eléctrica
Según el abuelo de la niña, el incendio se inició al producirse una chispa eléctrica en una instalación provisional utilizada para suministrar luz a la chabola. La chispa prendió el techo de la vivienda, compuesto fundamentalmente por plásticos y cartones. Estos materiales propiciaron que el fuego se extendiera rápidamente y que afectara también a otra chabola próxima, que servía de almacén y que resultó totalmente destruida. Las paredes de cemento y ladrillo quedaron en pie. Al parecer, y según unos vecinos, la toma de energía era "una verdadera chapuza". La madre de Débora Pardo, que sufrió una fuerte crisis nerviosa, fue trasladada a un centro sanitario próximo para ser atendida de las quemaduras que recibió al intentar penetrar en la casa.
Los padres y el abuelo del bebé fallecido fueron citados por la policía para declarar en la comisaría de Carabanchel a fin de esclarecer las posibles responsabilidades por esta muerte.
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