Malos tiempos para los Lakers

El Miami Heat sufre tantas derrotas que un gerente de otro club de la NBA declaró que el anagrama del equipo debería ser un candidato presidencial del Partido Demócrata. Por lo menos el Heat, como club nuevo, no tiene alternativa. En Los Ángeles, los campeones Lakers no ganan fuera de casa y luchan desesperadamente para vencer dentro de ella. Este año, las cosas no acaban de funcionar.

El Heat, en lo que se califica como un hecho histórico, venció en dos partidos consecutivos la semana pasada. Los Lakers llevan tres semanas sin conseguir lo mismo. Perdieron cuatro partidos consecutivos y los seis fuera de casa. En el último mes, fuera de casa han encestado únicamente el 46,6% de sus lanzamientos y anotado un promedio de 102,4 puntos. No han jugado tan mal desde la primavera de 1979, meses antes de la llegada del base Magic Johnson.El mismo Johnson, cinco veces campeón con los Lakers en esta década, no le encuentra solucíón excepto la desesperación. Sufrió dos faltas técnicas la semana pasada en Phoenix, cuando los Suns derrotaron a los Lakers por 111-96, y fue expulsado, únicamente la segunda vez en su carrera que sufre tal deshonor.

"Estoy harto de perder", declaró. "Nunca he sufrido tantos reveses. Aunque siento haberle fallado al equipo, creo que necesitaba ser expulsado estaba por reventar".

Johnson afirmó que su comportamiento se debió en parte a no saber cómo vivir los tiempos de vacas flacas. Pero tiene rivales dispuestos a enseñarle "Por fin los Lakers conocen cómo viven los demás", proclamó uno de los suplentes de los Suns, Eddie Johnson. "Para nosotros es habitual perder cinco partidos consecutivos".

El circo ruso

Los jugadores culpan al circo de Moscú, que ha pasado la temporada en el Fórum. Los Lakers no tuvieron más remedio que jugar 19 de sus primeros 27 partidos fuera de casa.Pero, según el técnico Pat Riley, la causa del desorden es fundamental: falta de rebotes y falta de juego interior.

El mismo Riley ha decidido imponer un régimen de pretemporada y ahora entrena duramente a la plantilla el día antes de un partido. Critica a los jugadores por dejar de buscar el balón debajo del tablero y preocuparse más por lanzar a distancia. Implícito en sus comentarios es que la bajada de Kareem Abdul Jabbar se debe a que sus compañeros no le pasan el balón, y no a los 42 años de edad que tiene el pivot.

Los Lakers jugarán en casa 16 de los próximos 23 partidos, lo que en la NBA casi asegura la victoria. Los equipos caseros ganan el 67,5% de los encuentros, y si se considera únicamente los primeros clasificados en las cuatro divisiones, la cifra aumenta al 88%.

"Es únicamente cuestión de tiempo", declaró el suplente Michael Cooper. "Será como levantar una casa ladrillo a ladrillo".

Al parecer, en la NBA el optimismo es eterno. Heat, con sus tres victorias en 25 partidos, ya se siente más orgulloso y más confiado. "Nuestras primeras victorias fueron como aprender a caminar", dijo el alero Pat Cummings. "Ahora tenemos permiso para correr en bicicleta".