Ferrándiz cesa como directivo del Real Madrid tras la polémica por el fichaje de Vrankovic
Pedro Ferrándiz cesó ayer como directivo del Real Madrid, circunstancia que confirmaron fuentes oficiales del club. Ferrándiz había quedado anteriormente en una delicada situación, apartado de las relaciones con la plantilla del primer equipo. El fichaje del jugador yugoslavo Vrankovic, sin conocer el entrenador, Lolo Sainz, las gestiones que se estaban realizando, resultó el desencadenante final de una crisis interna en la sección de baloncesto en la que los jugadores llegaron a pedir su cese al presidente, Ramón Mendoza. Pedro Ferrándiz se negó a hacer declaraciones sobre su cese.
Pedro Ferrándiz llegó al Real Madrid en enero de 1987 como delegado de la sección de baloncesto, mientras el anterior directivo en esa parcela, Mariano Jaquotot, ocupaba una de las vicepresidencias. Ferrándiz, amparado en un palmarés repleto de victorias en la década de los 60 y primeros años de los 70, trató de poner en funcionamiento, una sección que había quedado marginada del funcionamiento interno del club. El Madrid carecía de cantera propia, perdía posiciones respecto a su gran rival, el Barcelona, y vivía una situación angustiosa por la marcha de los hermanos Martín a Estados Unidos. De hecho, el Madrid ocupó la peor posición de su historia en la Liga, el cuarto puesto.Ferrándiz, acostumbrado a los usos de otros tiempos, intentó inicialmente hacer algunos fichajes a la antigua usanza, sin conectar con intermediarios y sin respetar los pactos existentes entre los clubes. Así, una de sus primeras acciones fue la de fichar al jugador Russell, del Estudiantes, sin el visto bueno del entrenador, sin tratar con su agente, sin avisar al club con el que el norteamericano tenía contrato y cuando la temporada no había concluido. Esto provocó los primeros recelos sobre lo que podría hacer Ferrándiz. El club tuvo que pedir disculpas al Estudiantes y negar oficialmente que hubiera intentado tal fichaje.
Posteriormente, Ferrándiz fue fallando en sus relaciones con los jugadores. Algunas veces por pequeños detalles, como intentar variar sus costumbres respecto al vestuario, horario, entrevistas, etcétera. A Ferrándiz se le adjudicó la responsabilidad de haber impedido que el por entonces jugador Del Corral, que no era de su agrado, fuera convocado por vez primera con la selección española en un choque del pasado Preeuropeo. Sus intervenciones en las negociaciones contractuales con Fernando Martín también originaron problemas y peligrosos distanciamientos. Sus relaciones con el segundo entrenador, Clyfford Luyk, eran malas y, en algunos momentos de la campaña anterior, los jugadores llegaron a plantearse redactar una nota pública mostrando su oposición a Ferrándiz.
Con la renovación de la junta directiva, el pasado verano, por la reelección de Ramón Mendoza, ya el nombre de Pedro Ferrándiz fue uno de los últimos en aparecer en la candidatura única. Se habló, incluso, de que no entraría en la nueva junta. Finalmente entró, pero el club eludió durante mucho tiempo dar a conocer que, en realidad, durante la renovación de la junta se había matizado que no existiría la figura del delegado de baloncesto. Aun así, Ferrándiz intentó actuar como tal y empezó a insinuar la posibilidad de intentar el fichaje de Vrankovic. Sin embargo, el club contrataba los servicios de Del Corral como médico, un asunto contra el que siempre se manifestó Ferrándiz quien, de hecho, se enteró por la Prensa.
Comida decisiva
Como quiera que las relaciones entre Ferrándiz y los jugadores habían llegado a cierto grado de crispación -los jugadores siempre pensaban cuál sería la siguiente jugada del directivo en su contra-, éstos aprovecharon una comida con el presidente, en la que no estuvo presente ningún directivo, para exponerle sus quejas y solicitarle que Ferrándiz se alejara de la plantilla. El primer acto notorio de que el presidente cumplía la petición de los jugadores se puso de manifiesto en la Copa del Rey cuando se le ordenó que no acudiera con el equipo. El Madrid llegó a la final y Mendoza decidió acudir como único representante del club.Finalmente, saltaba la noticia del fichaje de Vrankovic, hecho que Ferrándiz se ocupó de capitalizar. El asunto molestó al entrenador y a los jugadores, en primer lugar, porque se anunciaba un fichaje que perjudicaba a varios hombres en mitad de la competición. Luego, la directiva se encontró con que el asunto Vrankovic provocaba también problemas con la NBA y con la Asociación de Clubes, porque Ferrándíz no había actuado coordinadamente con el vicepresidente Jaquotot, representante del club en la Asociación. Y esto acabó por acelerar la crisis.
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