Libros y películas
El nombre de la rosa, una de las películas más polémicas de estos últimos años, será, por ese mismo motivo, una de las películas estrella de la programación navideña en la pequeña pantalla. La celebérrima novela de Umberto Eco en la que se basa -un auténtico fenómeno de comunión de literatura popular y literatura de élite- invitaba al futuro espectador a sacar las uñas, casi tan bien afiladas como las de Freddie, fuesen los que fuesen el atrevido realizador, el punto de vista adoptado o los intérpretes de la historia.Cauto y audaz, el realizador Jean-Jacques Annaud avisó desde un buen principio de sus intenciones y propósitos y definió su película como "un palimpsesto sobre El nombre de la rosa, de Eco", declaración previa que quería despejar la comparación con el libro de todo juicio cinematográfico y dar aire a la película, que es preciso valorar en función de sí misma, jamas en aras de otra obra que ni siquiera pertenece al mismo medio.
Así, aparcando a Eco para dar vía libre a Annaud, hay que reconocer que El nombre de la rosa, si no una película extraordinaria, sí es una sólida cinta de género -o de géneros; la intriga policial y el terror se dan la mano en asombrosa fusión-, bien planteada y resuelta mediante un hábil juego de escenograrias, colores sórdidos y atmósfera claustrofábica, además de idóneamente interpretada por Sean Connery, Murray Abraham, Donald Slater y John Lonsdale en los papeles principales, como por grotescas y caricaturescas siluetas de fondo, una dimensión que da credibilidad al entorno monástico, medieval y religioso. El filme, además, funciona muy bien como reflexión sobre la intolerancia de la Iglesia en un momento muy determinado, sobre ese obstinado y cruel parche con el que se impedía al hombre acceder a las fuentes del conocimiento.
Propuestas atractivas
Atractivas son también las propuestas de Gunga Din y La semilla del tamarindo, aunque este último sea un filme algo apagado de Blake Edwards, quien, sin prescindir del trazado sentiniental que le diera gloria años atrás (en Desayuno con diamantes, por ejemplo), se introduce por los senderos del espionaje con resultados no siempre estimulantes y con un protagonista-galán (Omar Sharif) más bien indigesto. Por su parte, Gunga Din es un clásico indiscutible del cine de aventuras en su modalidad colonialista, que relata las andanzas de tres sargentos ingleses en la ajetreada India, inspirado en un relato de Rudyard Kipling.El nombre de la rosa se emite hoy a las 22.30, La semila del tamarindo se emite el sábado a las 2.05 y Gunga Din se emite el sábado a las 7.30, todas ellas por TVE-1.
