El IPC atrajo al papel

Los mercados de valores han acusado recibo del modesto descenso de los precios al consumo durante el mes de noviembre mediante una serie de recortes que apenas han perdonado a nadie. Si en los días anteriores se vivió de las rentas de la falta de papel, ayer las cosas cambiaron ante la plena justificación que encuentra en estos momentos una subida de los tipos de interés. A niveles oficiales se ha reconocido que el año no va a terminar con una inflación del 5%, lo que admite implícitamente la posibilidad de una nueva escalada en el precio del dinero que poco o nada va a beneficiar a unas bolsas con escasas ideas que oponer a esa situación.Los valores eléctricos parecen abandonar la resistencia de los días anteriores, y han registrado una serie de bajas a las que sólo escapó Endesa. Los valores industriales que comparten apertura con las eléctricas también acusaron esta mayor actividad vendedora, situación que se prolongó a lo largo de la sesión y en la mayoría de los sectores.

El negocio era bastante bajo hasta la salida del sector bancario, cuyos esfuerzos por mantener el tipo han contribuído a alejar el volumen global de la zona de los mínimos. En esta ocasión se impuso el papel y sólo Central y Banesto ganaron un par de enteros entre los grandes, aunque el mercado aportó el papel que completaba estos dos restos compradores.

Algunos recortes, y un cierre en el que las anécdotas quedaban a cargo del dinero, conseguían poner el acento en las dudas sobre la evolución del mercado a corto plazo, evolución que no se puede separar de los acontecimientos políticos y de lo que suceda en los mercados monetarios.