Los colegios médicos 'absuelven' a Ferré y Matos tras oír que hubo tráfico de influencias

La asamblea de la Organización Médica Colegial absolvió ayer a Ricardo Ferré -que reasumió la presidencia de la OMC- y a Javier Matos, presidente del colegio de Madrid, del escándalo de los siete pisos de Previsión Sanitaria Nacional (PSN) vendidos abajo precio a consejeros (entre ellos, Ferré) o familiares. Los autores de la investigación interna explicaron que han constatado "una y otra vez un evidente y continuado tráfico de influencias entre personas con cargos en PSN y en órganos colegiales absolutamente deplorable y rechazable".

Algunos asamblearios calificaban lo sucedido de "vergüenza" y de un intento de enterrarlo todo por parte tanto de partidarios de Ferré como de Matos. El informe -fruto de una investigación de dos meses y abundante recopilación de documentos por parte de cinco miembros de la OMC- fue "asumido" por 38 votos a favor; cuatro, en contra; dos, en blanco y siete abstenciones (cinco corresponden a los autores del escrito).Nadie solicitó expresamente la dimisión de Ferré, ni el envío de este informe a la comisión de deontología, cuestiones ambas que se proponían en el informe de la investigación, si bien la propuesta de cese se hacía de un modo velado: "Le corresponden al doctor Ferré las determinaciones pertinentes para reparar la dignidad de la OMC y la suya propia". Por el contrario, algunos presidentes pidieron que Ferré reasumiera el cargo, según indicó éste, y así lo hizo.

Las interpretaciones sobre lo que puede suceder ahora son diversas. Ferré considera que esta polémica, en lo que a la OMC se refiere, está zanjada, aunque se muestra dispuesto a comparecer ante la comisión de deontología si se le exige. También dice ser favorable a impulsar la incompatibilidad de cargos directivos entre PSN y OMC y la supresión de la obligatoriedad para los médicos colegiados de inscribirse en esta mutua, medidas ambas que reclaman los autores del informe,

En cambio, fuentes de la investigación estiman que el informe es de tal contundencia que quizá cuando los asamblearios lo lean en su casa "saquen las conclusiones correspondientes que hoy [ayer] no han sacado".

Estas fuentes destacan que las mayores defensas de Ferré no provinieron ayer de sus partidarios, sino de sus más significados rivales, como el presidente del colegio de médicos de Sevilla, Rafael Barroso. Éste explicó que "un presidente nunca debe ser juzgado por una cuestión personal" y aseguró creer en la correcta intención del comportamiento de Ferré, aunque, en privado, opina que debe dimitir por esta "soplapollez". Barroso, que calificó de "desilusionante" la ausencia ayer de Matos, interpretó así el apoyo dado a Ferré: "Lo que no quiere nadie es que Alberto Berguer sea presidente".

Imagen deteriorada

El informe manifiesta que "aun presumiendo que el presidente [Ferré] actuó de buena fe, el deterioro de su imagen no puede aceptarse como una banalidad, por cuanto su figura necesita de una autoridad moral indiscutible en toda la colegiación y ante las autoridades del Estado y de Europa". Y este deterioro "aun con el apoyo mayoritario del Consejo de la OMC no podrá cambiar, por mucho que se desee, la ya arraigada opinión negativa de los médicos españoles; ni la merma de esa autoridad moral" por lo que "parece imposible una deseable reparación efectiva, retornando a un punto de partida ideal". Y, a renglón seguido, los investigadores piden implícitamente el cese de Ferré.El informe hace una doble consideracións sobre Matos. Por un lado, confirma su corresponsabilidad en la venta de los pisos en tanto que consejero de PSN y, por otro, se estima que en la carta abierta a Ferré publicada en el diario Abc "vierte expresiones que esta asamblea debe considerar, por si constituyeran infracción de importantes preceptos del código deontológico y pudie ran haber contribuido a la degra dación de la imagen de la OMC y que están en radical contradicción con la discreción y con la obligación de resolver en el seno de esta asamblea cuantas discre pancias surjan entre nosotros".

El informe arremete también contra la dirección de PSN. No en vano, se pone en duda que "los órganos que gobiernan PSN pernútan ejercer la vigilancia y control oportuno de todas sus actividades". "Por esto mismo las, llamésmoslas así, debilidades afectivas han primado no sólo e la adjudicación de estos pisos sino en toda la historia de ventas y alquileres inmobiliarios de PSN". Y todo esto ha llevado a "la permisividad e impunidad que se detectan a la hora de investigar los posibles criterios de adjudicación".