La RFA logra la Copa Davis por primera vez al derrotar a Suecia por 3-0
La República Federal de Alemania consiguió ayer la Copa Davis, por primera vez en su historia, al derrotar a Suecia en el decisivo partido de dobles y situarse así con una ventaja de 3 a 0. Eric Jefen y Boris Becker ganaron a Stefan Edberg y Anders Jarryd por 3-6,2-6,7 5, 6-3 y 6-2 en dos horas y 52 minutos. El viernes, Carl Uwe Steeb había ganado a Mats Wilander por 8-10, 1-6,6-2,6-4 y 8-6, y Boris Beeker a Stefan Edberg por 6-3, 6-1 y 6-4. El trinunfo de la RFA es una sorpresa inesperada, porque Suecia era, en teoría, muy superior.
El pabellón de Gotemburgo, que había visto las victorias de Suecia ante Estados Unidos y la India, enmudeció ayer con la derrota de sus ídolos. Mats Wilander, el número uno del mundo y ganador en Australia, Roland Garros y Flushing Meadow, Stefan Edberg, el tres y vencedor en Wimbledon, y Edberg-Jarryd, una de las mejores parejas del mundo ganadores el año pasado, entre ambos, de tres torneos del Grand Slam, vieron como la RFA les derrotaba por un clarísimo 3 a 0, inesperado en cualquier pronóstico.El viernes todos los suecos se quedaron boquiabiertos cuando el casi desconocido Carl Uwe Steeb, 65º del mundo, ganaba al número uno Wilander tras salvar un match-balí. Más esperada era la derrota de Edberg. Pero nadie creía posible que la puntilla llegase ayer, cuando Jelen y Becker levantaron dos sets en contra para adjudicarse el partido de dobles y el título de campeones de la Copa Davis.
Jelen y Becker salieron ayer a la pista con pocas opciones, y en los dos primeros sets todo parecía indicar que la final se decidiría el domingo en los últimos individuales. Suecia confiaba todavía en lograr una hazaña histórica; levantar en una final un 2-0 en contra, algo que no se había logrado desde 1939 cuando Aus tralia lo consiguió ante Estados Unidos.
Los alemanes no son especialistas en dobles, y, tras una breve resistencia en el primer set (3-3) vieron como Edberg y Jarryd se escapaban para ganar las dos primeras mangas por 6-3 y 6-2 Los suecos aprovechaban las debilidades de Jelen y sus excelentes movimientos en la red, con voleas muy ajustadas, para dominar con facilidad.
Crisis de Jarryd
Pero un factor inesperado dio la vuelta al partido. De repente Anders Jarryd se olvidó de jugar. De carácter muy nervioso, Jarryd perdió su servicio en el tercer set, y comenzó a obsesionarse con ello. Becker y Jelen, que apenas intercambiaban comentarios en la pista, comenzaron a ver un resquicio para aumentar su ilusión, y, casi sin quererlo, ganaron la tercera manga tras perder otra vez el servicio Jarryd, y el derecho al descanso. Los minutos de reflexión en el vestuario no hicieron más que exacerbar los nervios de Jarryd. Incapaz de golpear con dirección la bola, perdiendo toda su concentración, Jarryd se convirtió en un cero a la izquierda en la pareja sueca. Perdió otras dos veces su saque, y permitió que la RFA ganase el set por 6 a 3.La crisis de Jarryd era patéti ca. Y más sorprendente aún si se tienen en cuenta estos datos Jarryd ha sido en 1988 el número uno del mundo en dobles; ha jugado cinco finales de Copa Davis; y ha ganado en Australia (1987), Roland Garros (1983 y 1987) y Flushing Meadow (1987). Nadie esperaba que estallase por los aires en el partido de ayer.
Edberg le hablaba continuamente, tratando de hacerle reaccionar. Pero Jarryd miraba al infinito, y parecía autoculparse de una derrota que aún no se había producido. El público parecía estar en un estado de catársis similar, mientras los escasos seguidores alemanes se convertían en los dueños del pabellón.
En la quinta manga siguió el mismo guión. Becker y Jelen ganaban su saque con autoridad, apenas luchaban con el servicio de Edberg, y se lanzaban como lobos sobre el indefenso Jarryd hecho un auténtico manojo de nervios. Así, Jarryd perdió por quinta y sexta vez consecutiva su servicio, Alemania se adelantó por 5 a 2, y Edherg se contagió del ambiente de catástrofe estrellando en la red dos voleas fáciles a cinco centímetros de la red. E drama se confirmó en el siguiente juego, cuando Jelen, pese a cometer una doble falta producto del miedo a ganar, ganó su servicio y la Copa Davis para la RFA.
Alemania, así, ganaba contra todo pronóstico la final, en la que, en principio, sólo tenía opción a los puntos individuales de Becker. Pero Steeb y Jelen le brindaron una inesperada ayuda.
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