_
_
_
_
_
Entrevista:LUZ DE GAS

El amor es cosa de dos, y no masoquismo

Nace, vive, muere, renace, revive, remuere; dicen que casó a los 20 años, dos hijos incluso, divorcio -¡no faltaba más!-; la acusan de cuarentañera, merde, cine, televisión, teatro, premios, premios, el de Berlín la otra semana: sólo, siempre, actriz, o Carmen Maura, la Jeanne Moreau de Chamberí.Pregunta. ¿Una moral?

Respuesta. Sí, la mía.

P. ¿Le va esta sociedad?

R. Sí, claro, vivo aquí y pienso seguir viviendo aquí.

P. ¿Recuerdos de su colegio de monjas?

R. De amigas, funciones y de festejos religiosos.

P. ¿Reza aún?

R. A veces; en los rodajes, por ejemplo, y eso funciona.

P. Política: ¿más usted o su abuelo Antonio Maura?

R. Él; yo quiero ser de la masa que protesta, por divertido. *

P. ¿Es tierna?

R. Más en el cine.

P. ¿Por qué cree que murió Cristina Onassis?

R. No sé; lo impresionante es esa niña, condicionada ya por tanto dinero; nunca podrá elegir. Ojalá sea mona.

P. ¿Es un naufragio ser fea?

R. No, se puede defender una.

P. ¿Su personalidad?

R. Intento tener el menor sentido del ridículo.

P. Precisamente, ¿por qué me parece ridículo hablar de cosas de amor con usted?

R. ¿Sí?; el amor es cosa de dos, y no masoquismo.

P. ¿Tiene algo de Alicia en el país de las maravillas?

R. Ojalá; desde pequeña ha sido mi obsesión.

P. ¿A quién aplaudiría más: al Papa, a Reagan, a Gorbachov o a Fraga?

R. A ninguno de ésos.

P. ¿A quién?

R. A cualquiera que en público me llegue al alma.

P. ¿El personaje de la Preysler le hace pensar?

R. Es fascinante, me, parece listísima, divierte a mucha gente y eso tiene mucho mérito.

P. ¿Qué es un hombre?

R. Eso se lo digo a una tía pero no a usted. Y los conozco, no me hacen daño.

P. ¿El hombre robot?

R. Sería un esclavo; pero sexualmente muy duro, ¿no?

P. ¿Le molesta morir?

R. Sí, mucho.

P. ¿Le falta el anonimato?

R. Antes sí, pero, joder, esto es un regalo del cielo; y la fama me informa, la gente se acerca, me da noticias interesantes. Y sentirse querida es agradable.

P. ¡Qué racional!

R. Sí, es necesario.

P. Dígame algo que haya ocultado siempre.

R. Me gustaría hacerle ese regalo; lo podría inventar.

P. ¿Sentimentalmente, le interesan las mujeres?

R. No, y nunca he tenido pretendientes.

P. "La felicidad hay que trabajársela", como ha dicho usted, ¿no es una bobada?

R. Felicidad es pasárselo bien.

P. También ha dicho: "Me gustaría ser periodista, para preguntar", ¿venga?

R. Así no, me aturullo, se me nubla el pensamiento.

P. Usted dio calabazas a la niña bien.

R. No, me siento identificada, tenía piernas bonitas, nací donde nací y no reniego, pero aprendí otras cosas.

P. Dio calabazas a la vedette tontuela.

R. Para ser vedette tonta hay que tener mejor fisico, pero por ser tonta tampoco pasa nada si se lleva bien.

P. Dio calabazas a una ambición mundial.

R. Soy práctica; me interesa gente lista, y eso no falta aquí.

P. ¿A qué no da calabazas?

R. A mí misma; a mí no me voy a fallar.

P. Pues va listo el hombre que caiga en sus redes.

R. Tengo mis entradillas, ¿sabe usted?

P. Carmen, es de lo más inteligente que he conocido.

R. Para nada; vamos, para nada, sé comunicar, sólo.

P. ¿Es una coqueta sublime que disimula?

R. Lo soy mucho, y no disimulo; me gusta comunicar a fondo, y la mejor manera es coquetear, pero entiéndame.

P. ¿La han cortejado alguna vez entrevistándola?

R. Muchas veces, pero no ha habido problemas.

P. Cuénteme.

R. No le voy a contar, ¿no?

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_