Cuatro sindicatos se unen al paro del transporte en París
La huelga en el transporte público de París, que hoy entra en su quinto día, puede agravarse debido a que cuatro sindicatos (Force Ouvriére, Autónomos, CFDT y CFTC) hicieron ayer un llamamiento al paro, sostenido en principio solamente por la central comunista CGT. Los cuatro sindicatos, que reclaman un aumento salarial equivalente a 6.000 pesetas mensuales, tomaron esa decisión tras el fracaso de las negociaciones mantenidas con la empresa el miércoles.Sin embargo, la empresa consiguió ayer que funcionara un tren cada media hora, entre las cinco y las ocho de la tarde, en una de las dos líneas paralizadas del ferrocarril suburbano RER, que conecta París con los arrabales. De las 13 líneas de Metro, una seguía cerrada y seis más sufrían perturbaciones. Los autobuses funcionaban únicamente en un 60%.
La movilización del Ejército prosiguió con normalidad, con un aumento de los efectivos. Unos 750 vehículos, entre autocares privados y camiones militares (casi 300 más que el miércoles) transportaron ayer por la mañana gratuitamente a unas 60.000 personas hasta el centro de la capital. Pero la operación no puede resolver el problema de transporte del millón y medio de afectados, por lo que el uso masivo de vehículos privados provocó colapsos de hasta 30 kilómetros en las principales entradas de París.
Moción de censura
En cuanto a la vertiente política del conflicto, el secretario general de la Asamblea por la República (RPR), Alain Juppé, reiteró ayer que su partido presentará en los próximos días una moción de censura contra el Gobierno, aunque no reciba el apoyo de ningún otro grupo de la oposición. La otra gran formación de la derecha, la Unión por la Democracia Francesa (UDF), aún no se ha pronunciado, como tampoco lo han hecho los centristas.Es harto improbable que la Unión del Centro apoye las pretensiones de los neogaullistas, pero, aunque lo hiciera, la iniciativa fracasaría porque los comunistas nunca se asociarán, según sus dirigentes, a una moción de la derecha.
El RPR considera que el primer ministro, Michel Rocard, no convenció en su comparecencia del miércoles en la Asamblea Nacional en la que expresó la "firmeza y la responsabilidad" del Gobierno ante los conflictos sociales" y criticó duramente la actitud de los comunistas, a quienes acusó de "envenenar y explotar" las huelgas.
La iniciativa del RPR se interpreta simplemente como un deseo de reafirmarse como el auténtico partido de oposición. Este es el segundo amago de censura que intentan los neogaullistas contra el Gobierno de Rocard. El anuncio anterior se produjo hace un mes durante la discusión del presupuesto, ante la posibilidad del que el Gobierno se viese obligado a comprometer su responsabilidad ante el Parlamento para sacar adelante la ley. La abstención comunista frustró en esa ocasión los propósitos del RPR.
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