Peter Stey

Es James Bond, Starsky y Hutch, Los hombres de Harrelson, La mujer policía, El coche fantástico y todo el Equipo A. Peter Stey, especialista de cine, se convierte en el héroe de las películas y series de televisión cuando llegan los momentos de las escenas peligrosas. Cuando a los actores no se les ve la cara. Alemán, de Múnich, tiene 31 años. A hacer locuras con su cuerpo y con los automóviles empezó a los 13 años. Tiene 65 puntos en el cuerpo, un clavo en una pierna y su clavícula izquierda es de metal.

Aparte de ser especialista de cine, Peter Stey recorre el mundo, actualmente España, con su espectáculo particular en el que 15 pilotos suicidas aplastan coches con gigantescos todo-terrenos de 10 toneladas, realizan espectaculares saltos en motos y recorren largas distancias conduciendo coches que se sostienen sobre las dos ruedas de un solo lado.¿Hay que estar un poco loco para hacer todo eso? "Todo lo contrario". Peter Stey demuestra que para dedicarse a su profesión hay que tener el sentido de lo razonable a prueba de bombas. "Siempre hay que saber dónde está el límite. Saber distinguir entre lo que puede ser un récord y lo que puede convertirse en un suicidio. En la prueba de saltar con un coche desde una rampa, quien intentó superar el récord de 160 metros de longitud a una velocidad de 240 kilómetros por hora se quedó inválido. Eso para mí es como quedarse muerto".

Peter Stey ostenta con orgullo cuatro récords del mundo en automóviles sobre dos ruedas: 48 kilómetros por carretera, 18 kilómetros sobre hielo, récord de velocidad (a 169 kilómetros por hora) y récord de rapidez en el cambio de una de las ruedas que quedan en el aire (el copiloto lo consiguió en una distancia de sólo 400 metros). Su sueño: recorrer el paseo de la Castellana, en Madrid, con el coche apoyado solamente en dos ruedas. "En Atenas ya lo hice, con todo el tráfico alrededor".

Peter Stey es rubio, con el pelo largo y las patillas cortas. Con bigote y unos ojos que ríen de forma pícara cuando se medio cierran. Sus tres hijos han salido tan guapos como su madre, asturiana, y con el toque inquieto de su padre. El mayor, de ocho años, ya actúa en el espectáculo de Stey saltando con una moto sobre 15 personas. El de cuatro años, aparte de preferir la grasa de los motores de los coches y el martillo para jugar, ya propone a sus amiguitos que se tumben sobre el suelo, que les va a saltar con la bicicleta.

Las escenas más peligrosas que ha rodado Peter Stey en el cine pertenecen a la película El coloso en llamas. "Dos compañeros murieron abrasados". "Ahora los directores suelen llamar a un especialista y pedirle que haga algo espectacular, no sólo vueltas de campana, sin más explicaciones. Entonces nosotros debemos montar el numerito. Hacer que el coche choque, pierda el techo debajo de un camión, salte y quede doblado por la mitad".

Pero Peter Stey no es masoquista. Le gusta vivir bien. "Trabajo ocho meses al año y los otros cuatro descanso. Me dedico entonces. a mis vicios. Los tengo todos". Esos cuatro meses libres los vive en Miami, Roma, Marbella, Ibiza, Las Vegas.

A Peter Stey le gusta beber coca-cola con coñac y tiene algo, en su humor y visión del mundo, con sabor a rugido de motor de gran cilindrada.