El dinero quiere moverse
Los mercados de valores consiguen imponer poco a poco una tímida orientación alcista basada en la ausencia de papel, el incremento de las operaciones en la sesión de tarde, y la tranquilidad que da sentirse lejos de la influencia de Wall Street. El nivel del negocio ha aumentado, aunque una parte importante se debe a la actividad del sector bancario, cuyo volumen ha crecido en un sólo día más de un 58%.El entorno económico, con las presiones alcistas de los mercados monetarios, parece totalmente asimilado por una inversión que no, encuentra en estos tipos de interés un aliciente demasiado atractivo.
La jornada estuvo marcada por el ,rebrote de las operaciones que tienen como finalidad la concentración bancaria, sin que importe demasiado que éstas se hagan fuera del circuito bursátil. El principal beneficiario de esta situación fue el Banco Hispano, cuyos títulos registraron una demanda impresionante -casi 360.000 acciones- sin que la oferta pudiera cubrir más que un 23%.
Esta situación muestra claramente que la inversión se mueve a impulsos, siempre a corto plazo y cuando las posibilidades justifican el riesgo a contraer. Ya el día anterior los títulos del Hispano registraban un movimiento inusual, aunque el mercado no había centrado el motivo de la demanda.
Si algo puede mover la bolsa, es la existencia de operaciones sustanciosas, aunque sólo tengan que ver con uno o dos valores. Las posiciones al cierre habían ganado interés, ya que la demanda iba extendiéndose rápidamente hacia los valores industriales, que registran con más precisión los desequilibrios entre papel y dinero.
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