Irmgard Seefried, soprano
La soprano austriaca Irmgard Seefried falleció ayer en Viena víctima de una grave enfermedad. Nacida en Kongetried (Baviera) en 1919, realizó sus estudios musicales en Augsburgo y Múnich. Su primer papel operístico fue el de la sacerdotisa de Aida, que interpretó en Aquisgrán en 1940 en una versión dirigida por Herbert von Karajan. Tres años más tarde debutó en Viena en el papel de Eva de Los maestros cantores, de Wagner, a las órdenes de Karl Bahm, y poco después Richard Strauss la llamó para intervenir en una representación de Ariadne auf Naxos, que tuvo lugar con motivo del 80º aniversario del compositor.A partir de ahí empezó una carrera internacional que la llevó al Covent Garden de Londres en 1947 y al Metropolitan de Nueva York 10 años más tarde. Desde 1946 participó regularmente en los festivales de Salzburgo, donde realizó memorables interpretaciones de los principales papeles mozartianos (Pamina, Susanna y Zerlina).
A partir de 1953 incorporó a su repertorio, que no llegó a superar los 30 títulos, papeles muy seleccionados de óperas como Dialogue des carmelites, de Poulenc; Julio César, de Haendel, o Wozzeck, de Berg.
En 1960 empezó en paralelo una brillante carrera como intérprete de lieder -legendarias son las grabaciones acompañada por Erik Werba- y de obras de concierto. Desarrolló igualmente una intensa actividad en el campo de la pedagogía. Precisamente el último curso que impartió fue durante el Festival Internacional de Torroella de Montgrí (Gerona).
