La Juventus vuelve a BéIgica tras la tragedia de Heysel

La Juventus vuelve a Bélgica por primera vez desde la tragedia del estadio Heysel, de Bruselas, el 29 de mayo de 1985, en la que murieron 39 espectadores y sobre la que el juicio ha puesto en evidencia graves fallos en el dispositivo de seguridad. La Juventus visita hoy al Lieja en la Copa de la UEFA. Aparte el de la Real Sociedad, los otros encuentros son: Dinamo Dresde-Roma, Burdeos-Nápoles, Heart-Velez Mostar, Bayern Múnich-Inter, Victoria Bucarest-Turun y GroningaStuttgart, jugado ayer y que concluyó con la derrota del equipo holandés por 1-3.Los policías belgas protagonizan huelgas intermitentes por reivindicaciones salariales y han amenazado con dejar sin protección el estadio. Las autoridades y los responsables del club desmintieron ayer esta eventualidad y aseguraron que los dispositivos serán reforzados. Más de 500 agentes controlarán el orden, cuando en un partido normal basta con un centenar. Las 30.000 localidades del aforo están vendidas desde hace días y la RAI pagará 22 millones de pesetas por retransmitir el encuentro.

El regreso de la Juventus a Bélgica coincide con el juicio de Heysel, del que se han celebrado 23 sesiones. Ayer completó su declaración el teniente coronel Michel Kensier, responsable del dispositivo de seguridad desplegado en aquella final de la Copa de Europa.

Kensier estuvo contundente. Las fuerzas del orden, declaró, recibieron una información pésima. "Se nos dijo que los hinchas del Liverpool no eran hooligans, sino los seguidores más pacíficos de Inglaterra". Afirmó que los disturbios alrededor del estadio, antes del partido, no permitieron predecir el desastre. El es uno de los tres acusados belgas que se, enfrentan a una posible condena de dos años por homicidio involuntario por negligencia. Los otros son el capitán Johan Mahleu, quien comandaba el batallón encargado de vigilar la tribuna, y Albert Roosens, entonces secretario de la federación.

Malileu dio pena en su declaración del lunes. "Jamás había estado en un campo de fútbol en mi vida", manifestó. Le encomendaron el mando de los 110 gendarmes que vigilaban las tribunas X, Y y Z el día antes del partido porque el capitán designado cayó enfermo.