La bolsa esperó confiada
El compás de espera abierto por Wall Street antes de conocerse los datos relativos al déficit comercial norteamericano -y bajo unas previsiones optimistas- permitió a las bolsas españolas tomarse un respiro y reagrupar sus fuerzas para encarar la publicación del IPC de octubre. Si no se preocupaban en Nueva York no había motivos para sacar papel en estas sucursales voluntarias de aquel mercado. El negocio no mejoró demasiado con este cambio ambiental, pero los ánimos de los inversores sí que se beneficiaron con este pequeño paréntesis.Los mercados vuelven a hacer un alarde de confianza en sus propias fuerzas, desatendiendo las lógicas y elementales medidas de prudencia que deben adoptarse en estos casos, sobre todo cuando se ha demostrado que Wall Street es capaz de interpretar de forma muy diferente los resultados que aquí se consideran positivos.
Al contrario de lo que sucediera con la sesión anterior, ayer la mayoría de los sectores se orientaron al alza ante la falta de papel y las tímidas salidas del dinero en busca de oportunidades. Sólo inversión y comunicaciones quedaron fuera del juego, tal vez porque sus destinos quedan en unas manos que poco tienen que ver con estos patios de operaciones. El sector bancario, con abiertas intenciones de mejorar su situación, dejó esta vez que el ambiente positivo durara hasta el final de la sesión con solo un recorte.
Al cierre había algunos tanteos muy selectivos del dinero, pero coincidían con aquellos valores para los que no había papel desde primeras horas de la mañana, lo que, en el fondo, no significa un cambio demasido importante en la situación del mercado.
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