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Roh Tae Woo promete "reforzar la democracia"

El presidente de Corea del Sur, Rob Tae Woo, prepara el anuncio de nuevas medidas para el "refuerzo de la democracia", según fuentes del Partido para la Justicia Democrática (PJD), en un intento de limitar las protestas políticas y populares por la corrupción y los abusos de poder llevados a cabo durante la época del ex presidente Chun Doo, Hwan. El ex presidente Chun pedirá disculpas públicas por sus siete años de gestión, aunque es dudoso que su gesto logre apaciguar los ánimos de la oposición y gran parte de la opinión pública.

Los surcoreanos prevén una semana caliente si el Gobierno de Roh no toma medidas directas contra Chun Doo Hwan, centro de las acusaciones estudiantiles y del comité especial de la Asamblea Nacional -controlada por los partidos de la oposición-, que presionan para que se detenga y juzgue al ex presidente.Los estudiantes han convertido los alrededores de la residencia de Chun, en el centro de Seúl, en su campo protestas. A estas manifestaciones comienzan a unirse algunos ciudadanos, como ocurrió en junio de 1987, cuando los estudiantes fueron el principal motor de oposición al régimen autoritario de Chun, forzando el camino hacia la democratización del país. Ayer, alrededor de 30.000 trabajadores y estudiantes se manifestaron por las calles de Seúl, exigiendo mejoras salariales y el arresto de Chun.

Nuevos escándalos

Desde que, a principios de este mes, comenzaron las audiencias en el comité especial de la Asamblea, los surcoreanos no parecen dar crédito a sus ojos y oídos al contemplar en la televisión los choques entre diputados y ex personalidades del régimen de Chun. Los surcoreanos pudieron ver cómo un diputado de la oposición calificaba de traidor y de demonio viviente al ex director de la Agencia Central Coreana de Inteligencia, célebre por su represión política en los años de la dictadura de Chun.En los próximos días o semanas, la Prensa surcoreana prevé que salgan a la luz pública nuevas revelaciones, como las de la dotación financiera de la Ilhae Foundation, que, al parecer, recaudó unos 60.000 millones de wones (unos 10.000 millones de pesetas), mediante contribuciones extorsionadas por el poder político a empresas surcoreanas. Chun Doo Hwan había previsto dirigir la Ilhae Foundation una vez retirado.

Además de los escándalos político-financieros, Chun Doo Hwan -a quien el comité especial ha pedido que declare públicamente- está en el centro de la polémica sobre la matanza de Kwangju, cuando, en mayo de 1980, el Ejército, bajo las órdenes de Chun, reprimió violentamente a la población, con un balance oficial de 173 muertos, o de más de un millar de muertos, según la oposición. Al parecer, el partido en el poder, el PJD, fundado por el ex presidente Chun, se ha distanciado del político caído en desgracia e intentará un compromiso con la oposición. A cambio de un mea culpa público de Chun, junto a la devolución a las arcas públicas del dinero conseguido con abusos de poder, la oposición podría aceptar, en aras de una reconciliación nacional, el que el ex presidente no fuese procesado y se retirase apaciblemente en algún lugar tranquilo en las afueras de Seúl.

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