Defensa del mensajero
Me parece desacertado calificar de "harakiri del mensajero" la actitud del director de España a las ocho, y mucho menos veo en ella "entreguismo a la política del silencio". Lo que percibo es una aplicación de la conocida máxima kantiana.¿Qué interés tendría continuar secuestrando y asesinando si los medios de comunicación refirieran estos desmanes como "tropelías de pandilla criminal", en vez de darles el trato magnificante de "atentados de grupo terrorista"?
¿Qué sucedería si los crímenes de ETA ocuparan el mismo espacio que los de violadores y navajeros, y en cambio se diera máxima importancia a cualquier discurso de HB pronunciado en los Parlamentos democráticos?
El papel del periodista en la lucha contra cualquier plaga, desde el terrorismo a la especulacíón inmobiliaria, no debería consistir solamente en fustigar al organismo competente, sino en cumplir la máxima adaptada de este modo: "Informa de tal manera que creas contribuir a solventar el problema". Y su cumplimiento no tendría que partir de ninguna norma o ley externas, sino de la propia conciencia del informador.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.