El ejemplo y la protección

Cuando a principios del pasado octubre la revuelta de la sémola sacudía Argelia, muchos especialistas en el mundo árabe creyeron que la inminente reunión del Consejo Nacional Palestino (CNP) no tendría lugar en el país norteafricano, como estaba previsto. Pero el presidente Chadli consiguió apaciguar los ánimos de su pueblo con la promesa de una reforma liberal de la sociedad argelina, y el orden volvió a la capital y a las otras ciudades donde había ardido el fuego del descontento.Chadli Benyedid y Yasir Arafat se entrevistaron entonces y acordaron seguir con los planes establecidos. El CNP se inauguró ayer a 30 kilómetros de Argel, y el país magrebí recuperó así de nuevo su papel estelar en la política del mundo y los no alineados.

Las autoridades y los medios de comunicación oficiales argelinos no ocultan su contento por ser de nuevo los anfitriones de un acontecimiento histórico. Benyedid y Arafat llegaron abrazados al hemiciclo donde se desarrolla la reunión palestina, y el nuevo hombre fuerte del Frente de Liberación Nacional de Argelia, Abdelhamid Mehri, dirigió unas palabras a los reunidos. "Entre la revolución argelina y la palestina", dijo, "existe una alianza estratégica fundada en una áspera historia de lucha contra el colonialismo".

"Para el movimiento palestino", escribía ayer en un editorial el diario oficial El Moudjahid, "Argelia simboliza la tierra de los mártires por la libertad a la que aspira él mismo". El periódico recordaba, con justeza, que Argelia es el país árabe donde la OLP tiene más libertad de movimientos, frente a las presiones que se le hacen insoportables en Jordania, Siria, Líbano o Egipto.

En numerosas ocasiones, los dirigentes y combatientes de la OLP citan a Argelia como ejemplo de que una colonización no es irreversible. Del mismo modo que los piednoirs franceses dejaron el país norteafricano tras más de un siglo de presencia, los palestinos más soñadores creen que algún día los que llaman sionistas saldrán de su tierra.