La salida del Exterior

El Banco Exterior de España, entidad con mayoría de capital público por la ley que nacionalizó la entidad cuando nadie quería financiar operaciones de comercio exterior, ha obtenido unos beneficios antes de impuestos de 8.408 millones de pesetas en los nueve primeros meses de este año, con un crecimiento del 20% respecto al año anterior. Este crecimiento, menor que el del conjunto de la banca, se ha obtenido después de destinar más de 48.000 millones de pesetas a provisiones, especialmente las referidas a ríesgo-país, y en menor medida para el fondo de pensiones y otras genéricas. El Exterior mantiene desde hace unos años una carrera contra el tiempo para adaptarse a las nuevas condiciones de mercado.MonopolioHasta hace unos años el banco de mayoría pública basaba su actividad en la financiación de exportaciones, que ejercía prácticamente en monopolio, primero por ley y después porque la banca privada apenas quería entrar en ese negocio. El paso de los años y las subvenciones estatales para cubrir el riesgo de intereses facilitaron la entrada de otros bancos en esas operaciones.Esta situación y la crisis de la deuda de algunas naciones en dificultades redujo de forma drástica la rentabilidad del banco, que pasó a necesitar importantes cantidades de fondos para aprovisionar los morosos y fallidos que surgían a medida que un país anunciaba una moratoria en sus pagos. La caída del tipo de cambio del dólar redujo los ingresos por diferencias de cambios sin que se obtuvieran otros alternativos al mismo ritmo.

El Exterior es una entidad en proceso de adelgazamiento porque la desaparición de sus operaciones de comercio exterior no se compensa con operaciones crediticias normales. La tarea para el nuevo presidente del Exterior es acabar de diseñar una alternativa viable para asegurar la existencia de la entidad sin que acabe siendo devorada por el proceso de liberalización.