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Hallados un anillo y sangre humana en el tren de aterrizaje de un avión que llegó con problemas a Palma

Los técnicos del aeropuerto de Palma de Mallorca encontraron ayer restos de sangre humana y un anillo en el tren de aterrizaje de un avión de la compañía charter Air Europa que había tomado tierra con dificultades. La Guardia Civil buscaba en las inmediaciones del aeropuerto de Son San Joan, desde la madrugada de ayer, restos del cuerpo de la persona que pudiera haber quedado aplastada al ocultarse como polizón en el tren de aterrizaje del aparato.El avión cubría el trayecto entre Hannover (República Federal de Alemania) y Palma de Mallorca. El aparato, un Boeing 737 de Air Europa, sufrió un estado de emergencia cuando, al proximarse al aeropuerto balear, comprobó que tenía bloqueada la pata derecha del tren de aterrizaje,según informó un portavoz del aeropuerto.

El aparato, con 111 pasajeros a bordo, tomó tierra a la 1.48 horas del viernes, tras sobrevolar durante varios minutos el aeropuerto de Palma y hacer varios intentos por abrir completamente el tren de aterrizaje, objetivo que finalmente consiguió. Tanto en las pistas como el interior del aparato se había decretado el estado de emergencia, ante el temor de que pudiera suceder algún percance.

El titular del juzgado de guardia de Palma de Mallorca, trascomprobar en los análisis que la sangre aparecida en el aparato era de origen humano, ordenó la búsqueda de restos del cuerpo en Cap Blanc, una zona costera del sur de Mallorca a cuya altura el comandante del avión consiguió abrir por fin el tren de aterrizaje.

Air Europa emitió ayer un comunicado que avala la hipótesis de que la víctima es un polizón, al tiempo que solicita que se extremen las medidas de seguridad en los aeropuertos para evitar que se repitan actos similares. Según Air Europa, las pruebas posteriores demostraron que el sistema de aterrizaje funcionaba perfectamente. "Actos como éste", agrega la nota, "ponen en peligro la seguridad de quienes viajan en el avión".

La compañía aérea señaló, por otra parte, que el supuesto polizón no tenía ninguna posibilidad de haber salido con vida, por cuanto es imposible sobrevivir, señala, a la operación de recogida del tren de aterrizaje, debido a la práctica inexistencia de espacio para que el cuerpo no resulte aplastado. Asimismo, el alojamiento del tren no está presurizado ni acondicionado, por lo que en pleno vuelo, a 10.000 metros de altura, puede alcanzar temperaturas que rondan los 50 grados bajo cero. En estas condiciones, y sin oxígeno, los técnicos estiman que una persona no puede sobrevivir más de cinco minutos.

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