Balance de una vida
El espacio Jueves cine ofrece esta noche Función de noche. He aquí una película singular, inusual, a contracorriente. Consciente del poder de la imagen para indagar lo más íntimo del ser humano, Josefina Molina la utiliza para reflexionar sobre una crisis de identidad no ficticia, sino real: la de Lola Herrera.Lola Herrera, en efecto, meditó largo y tendido a propósito de su confluencia con el personaje que ella interpretaba en Cinco horas con Mario, un personaje que le remitía a su propio pasado, a sus días con Daniel Dicenta, el actor con quien estuvo unida cinco años atrás.
Pues bien, todo ese residuo existencial, y ante la propia presencia de Dicenta, se pone a examen en esa sesión de terapia y expulsión de demonios que es Función de noche, donde los actores actúan, por supuesto, pero no dejan de ser ellos mismos, Lola y Daniel.
Desgranar una vida, con sus errores y frustraciones, ante la desnuda, devoradora cámara no es fácil. A menudo se cae en el documento huero e inconsistente, en el experimento pretencioso y pedante. No es el caso de la realizadora de este filme, Josefina Molina, autora rigurosa e inteligente que no barniza el enfrentamiento verbal de los dos personajes con floritura alguna; encima, es capaz de trascender la concreción del retrato para abrirlo a una generalidad psicológica y social. Se trata de un retrato privado capaz de definir una época, una moral, una desazón existencial propia de nuestro tiempo.
Así, si Lola se reconoció en la Carmen que recitaba en Cinco horas con Mario, cuántas mujeres no se reconocerán en Lola, cuántos hombres en Daniel.
Función de noche se emite a las once de la noche por TVE-2.
