Melodrama con garra

Sigue el ciclo dedicado a Ava Gardner con la película que la actriz realizó en 1949 Mundos opuestos, basada en East side, West side, novela (al parecer poco distinguida) de Marcia Davenport. Se trata de un melodrama llevado a sus últimas consecuencias, un melodrama con garra y furia, con temperamento, cualidad que muy a menudo poseía su director, Mervyn LeRoy.Alta sociedad, matrimonio en crisis y triángulo -Bárbara Stanwyck; su marido, James Mason, y la ex amante de éste, naturalmente Ava- conforman el trillado caparazón del cine, elevado, sin embargo, por la alta temperatura, por el arrebato de sus intérpretes, entre los que cabe añadir a Van Heflin, la espléndida -y todavía muy joven- Cyd Charisse y la magnífica secundaria Gale Sondergaard. Mundos opuestos se mueve entre la pasión, los impulsos irracionales y el sacrificio; entre la fortaleza de la razón y la debilidad del corazón. Asuntos todos ellos la mar de convencionales, pero expuestos por LeRoy, sus intérpretes y Miklos Rozsa -autor de una excelente banda sonora que Dios quiera no haya desaparecido en la copia de esta noche- con una arrolladora fuerza de convicción, ese inmaculado estado de los melodramas de la época dorada.