Sandy Lyle ayentala a Seve Ballesteros en Sotogrande
MARTIN NARRILLOS, ENVIADO ESPECIAL El último hoyo del segundo recorrido le costó a Severiano Ballesteros dejar de compartir la cabeza del Volvo Masters con el escocés Sandy Lyle. Como en el primero, incurrió en un bogey en él y ya sólo pudo lograr el par, 72 golpes, del campo de Valderrama (Sotogrande, Cádiz) y totalizar 140, por 139 el golfista británico, que ayer concluyó con 7 1. La mejor tarjeta del día, 67, la consiguió el danés Anders Sorensen, el tercero, con 143, en la clasificación. José Rivero, Antonio Garrido y Miguel Ángel Martín quedaron eliminados en el corte.
Un novel, Ignacio Gervás, y un veterano, Manuel Piñero, fueron los mejores españoles en esta oportunidad. Ambos finalizaron la vuelta con 71 golpes, con lo que aquél enjugó su descalabro, 82, de la víspera y éste se situó el cuarto, a la expectativa de cualquier fallo de los favoritos y acariciando la idea de demostrar a todos y demostrarse a sí mismo que, a sus 36 años, todavía puede triunfar en un torneo del circuito europeo, lo que se le niega desde sus dos victorias en 1985. Sus dos birdies por apenas un bogey le encantaron ayer, ya que considera que la dificultad del escenario es extrema. "En realidad, cada par es como un birdie", resumió expresivamente.
El propio Lyle, a pesar de la satisfacción por su liderato momentáneo, criticó el estado de los greens, que califica de demasiado rápidos, por lo que los putts certeros no son sencillos en cuanto que la trayectoria a seguir por la pelota no es cuesta arriba. Quizá por esta razón sus cuatro birdies se vieron empañados por tres boeys, así como los otros cuatro menos uno de Ballesteros se contrarrestaron con otros tantos más uno.
La pena para el cántabro fue que su último desliz coincidiera con el hoyo 18, cuando ya no le restaba margen para rectificar. Si el jueves había errado su segundo golpe en él, un par cuatro de 417 metros, en esta ocasión se le cruzó en el camino desde el primero. Y es que su bola, de salida, se le fue demasiado a la derecha de la calle. Así, a la búsqueda del green, tuvo que hacerla sobrevolar unos árboles y su aterrizaje se produjo muy a la izquierda. Estaba semioculta entre la hierba y su aproximación a la bandera no fue tal, ya que se pasé unos seis metros de ella. En definitiva, precisó dos putts. "Confio en que antes de que termine la competición logre algún par en este hoyo, que, francamente, es muy dificil", pretendió animarse.
Sorensen, que está jugando de rebote, al correrse el escalafón por las ausencias, puesto que él ocupa la 9511 plaza en la orden de mérito y, en principio, la participación se restringía a los 80 primeros, sí que se animó también al comprobar que todo le. salía la perfección: cinco birdies y ningún ogey.
Clasificación: 12, Lyle, 139 golpes. 22, Ballesteros, 140. 39, Sorensen, 143. 42, Piñero, Faldo Darcy (Irlanda) y Sellberg (Suecia), 145.
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