Virus lógico
Las pantallas de los ordenadores a los que tienen acceso los despachos colegiados de Barcelona escupían ayer un dato espeluznante: aplicación de 10 millones de acciones de FECSA. Una transacción fantasma que resultó ser falsa y que imprimió un ritmo endiablado al corro eléctrico. La sesión descontó el dato, y el valor, empujado por una barandilla enfebrecida, remontó varios enteros. Pero el dato resultó falso. Por lo visto, el virus lógico, que había paralizado horas antes el centro de cálculo de la Bolsa de Barcelona, dejó secuelas. Virus lógico o desliz fatal con 10 millones de papelitos flotando en el ambiente. Finalmente, después del cierre, se supo de dos aplicaciones reales en las últimas 24 horas: una de 250.000 y otra de 350.000 títulos. Sigue el mercado potencial de fecsas.
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