La negativa policial a testificar obliga a poner en libertad a cuatro detenidos
La negativa policial a cumplimentar una orden de un juez de Barcelona provocó que el pasado 13 de octubre fueran puestos en libertad cuatro detenidos por fálta de pruebas. El juez Vicente Conca, en funciones de guardia, ordenó la puesta en libertad después de que el inspector jefe de la Unidad de la Brigada de Policía Judicial de la Audiencia de Barcelona se negara a cursar la orden de comparecencia en el juzgado de varios policías que intervinieron en la detención y cuya presencia fue requerida para aclarar los hechos.
La policía de Barcelona se ha negado en los últimos meses a acatar algunas órdenes de los juzgados de Barcelona cuando éstas se remitían bajo las firmas de los secretarios (veáse EL PAÍS del pasado martes). La policía argumenta motivos formales pero algunos de los magistrados entienden que el verdadero motivo es un cierto boicoteo a los jueces. Fuentes judiciales creen que detrás de esta actitud se esconde un recelo de la policía hacia la autoridad judicial a raíz de los casos Amedo y El Nani.
El pasado 13 de octubre el juez Conca tomó declaración en el Juzgado de Guardia a Kabat Lambert y Jules Simon Koudeg, detenidos por un supuesto delito de tráfico de drogas. La versión que ofrecieron los acusados de los hechos discrepaba ampliamente de la reflejada en el atestado policial, motivo por el que el juez resolvió ordenar la comparecencia en el juzgado de los agentes que habían intervenido en el hecho. El magistrado hizo esta solicitud de forma verbal al inspectorjefe de la policía de la Audiencia y éste le contestó, tambi ' én verbalmente, que no podía cursar la orden por problemas de procedimiento.
A un segundo requerimiento del juez, el inspector contestó de igual modo y, finalmente, el magistrado le exigió que le comunicara la negativa por escrito.
En el documento, con número de registro 13.528, el inspector informaba de que no había podido tramitar la comparecencia de los policías "por no haberse realizado [la petición del juez] a través del conducto reglamentado, es decir por medio del Negociado de Personal de la Jefatura de Policía". Esta misma circunstancia se repitió en con otros dos detenidos.
El magistrado Conca resolvió dictar un auto de libertad para los cuatro detenidos porque, al no disponer de la declaración complementarla de los policías, no tenía suficientes pruebas que justificaran legalmente el ingreso en prisión. En el auto de libertad de Lambert y Koudeg el magistrado hizo una crítica a la actitud policial señalando que era "muy lamentable que la decisión sobre los detenidos se vea mediatizada por la falta de prueba".
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