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González pide en Suiza para los inmigrantes españoles el mismo trato que los italianos

El presidente del Gobierno español, Felipe González, pidió ayer a las autoridades suizas un trato para los trabajadores españoles semejante al que se da a los inmigrantes italianos. González inició sus conversaciones con el presidente suizo, Otto Stich, y con otros cinco de los siete ministros de su Gobierno, interesándose por la suerte de los 120.000 trabajadores españoles en este país, la mayor comunidad inmigrante tras la italiana.

Ambas partes acordaron celebrar una reunión en Madrid en mayo, para tratar el problema.Sin embargo, es la búsqueda de inversiones suizas el móvil principal del viaje que Felipe González y los ministros de Exteriores y Economía, Francisco Fernández Ordóñez y Carlos Solchaga, respectivamente, iniciaron a primera hora de la tarde de ayer a Berna. Esta es la primera visita oficial de un jefe de Gobierno español a la Confederación Helvética.

Suiza, con 510 millones de dólares, se convirtió el pasado año en el principal inversor directo en España. Ello explica que, más interés que el encuentro protocolario de ayer con las autoridades helvéticas, despierte la entrevista que hoy tendrán González, Ordóñez y Solchaga con los representantes de las 40 empresas más importantes del país, en Basilea. "He detectado un interés impresionante por invertir en España", dijo ayer Solchaga.

Esta reunión con el mundo económico suizo, con escasas dependencias de cualquier organismo estatal, es la que, a juicio de portavoces oficiales, justifica el viaje de González y Ordóñez a Suiza, cuando la Reina de Inglaterra se halla de visita de Estado en España, y cuando candentes problemas de política interior -procesamiento de Amedo y Domínguez, subida de la inflación- parecerían reclamar la presencia en el interior de los tres representantes gubernamentales.

Problemas ecológicos

Por lo demás, los temas que cubrieron la agenda de la entrevista entre las delegaciones española y suiza, durante unas dos horas en la tarde de ayer, se resumen en el análisis de las relaciones entre la Comunidad Europea, que el próximo mes de enero pasará a ser presidida por España, y la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), de la que Suiza es parte integrante, junto a los países nórdicos, Austria e Islandia.También se habló, según dijo ayer Fernández Ordóñez, de problemas ecológicos. No se trató en absoluto, sin embargo, del problema, "ya superado", según fuentes gubernamentales españolas, de la evasión monetaria española a Suiza. Según Solchaga, gran parte del dinero evadido de España está ya retornando a nuestro país. No obstante, Solchaga dio a entender que existe escasa receptividad por parte de las autoridades monetarias españolas para facilitar la instalación masiva en España de las entidades bancarias suizas.

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