La dirección de AP cambia de estrategia ante la 'amenaza' de vuelta de Manuel Fraga

El presidente de Alianza-Popular (AP), Antonio Hernández Mancha, y su equipo de colaboradores han dado un giro a su estrategia ante el congreso de enero, consistente en admitir la mayoría de las sugerencias de los críticos, de forma que al final, si hay desacuerdo, los pondrá en evidencia al señalar que "en realidad lo que querían era el sillón". Esta teoría es sostenida por los llamados críticos, y no sería ajena a la amenaza de Fraga de tomar las riendas del partido si el actual equipo dirigente no consigue la integración de todos los sectores.

Numerosos dirigentes de AP consultados ayer coincidieron en señalar su incredulidad respecto a que Manuel Fraga vaya a ser candidato en el congreso de enero a la presidencia del partido. No obstante, consideran que su llamada de atención al actual equipo dirigente ha surtido efectos inmediatos. Ello se ha traducido en una actitud muy flexible de la dirección ante el debate de las ponencias que serán defendidas en el IX.El objetivo de Hernández Mancha es que las ponencias sean aprobadas por unanimidad, como ya ocurrió el pasado lunes con el hasta entonces controvertido texto de estatutos. Su equipo espera que hoy ocurra otro tanto en el comité ejecutivo, cuando se debata la ponencia ideológica. Los llamados críticos, que al principio no salían de su asombro, reconocieron que la dirección les había aceptado la mayor parte de sus sugerencias y que la transacción había resultado muy fácil dada la actitud dialogante de la mayoría, que provocó en ellos la misma disposición.

Hernández Mancha quiere demostrar a Manuel Fraga que trabaja sinceramente por la integración de todos los sectores. Si después de proponer para el comité ejecutivo y para puestos de responsabilidad a algunos de los descontentos y aceptar sus propuestas estatutarias e ideológicas la controversia continúa, pondrá de manifiesto que los críticos "sólo querían el sillón".

Inquietud

Entre tanto, los miembros de la dirección no ocultan su inquietud, toda vez que Fraga no ha empleado la contundencia que ellos esperaban para negar su posible vuelta. Fraga mantiene a este respecto una calculada ambigüedad que está siendo de gran utilidad para lograr la cohesión en el partido. No obstante, nadie se atreve a rechazar por completo que si la crisis continúa, Fraga se ponga al frente del partido para evitar que su obra se pierda por discrepancias internas.Todos aquellos que han declarado su parecer favorable a la vuelta de Fraga indicaron a este periódico que todo lo que éste haga. les resulta correcto por principio pero que ello no indica que lo vayan a promover. Éste es el caso del portavoz adjunto, Luis Ramallo. "No sería conveniente que Fraga volviera, porque ello significaría que no hemos sido capaces de continuar el trabajo que nos dejó. La marcha de Fraga me produjo tristeza, sobre todo porque yo no participé en las maniobras para defenestrarlo; por ello, si vuelve, me alegraré".

, Por otro lado, en Galicia, de donde salió la noticia de la posible vuelta de Fraga, el portavoz aliancista en el Parlamento autónomo, Víctor Vázquez Portomeñe, admitió la posibilidad de que Fraga decida volver a la presidencia del partido, pero aseguró que eso no implica su renuncia a la candidatura de la presidencia de la Xunta de Galicia, informa Xoxé Hermida.

Vázquez Portomeñe dijo que un hipotético retorno de Fraga a la política nacional es "una decisión absolutamente personal", pero advirtió que se trata de "un hecho muy probable". En todo caso, si decidiese asumir las riendas del partido, seguiría como candidato en la Xunta, "porque nunca volvería a obligaciones institucionales en Madrid".