La televisión y la publicidad de libro

Quizá las televisiones públicas (TVE, TV-3, etcétera) deberían hacer caso a 0. Izquierdo y J. Subirana, autores de un artículo publicado en EL PAÍS del 28 de septiembre de 1988 con el título La tele no sabe leer, y dedicar, como servicio público que son, una parte de su programación a la publicidad del libro (mejor hubiese sido pedir una programación para la cultura en general, pero la autocensura ante lo imposible se impone).Muchas veces vamos a las librerías a comprar uno de esos objetos llamados libros y realmente no sabemos a dónde dirigir la elección. No sabemos los autores nuevos, ni los extranjeros, ni las colecciones de una u otra editorial... Tan sólo a veces los nombres de famosos autores, hacia los cuales te orientas, y, no siempre, los nombres de algunas obras de éxito.

Por eso me parece muy interesante la idea de los autores de pedir un poco de cultura a través de los libros en la televisión, para contrarrestar así los avances y desastres de este medio audiovisual. Siendo el país con más escritores por metro cuadrado del mundo y uno de los que tienen menos lectores de Europa, reivindicar por ese medio la difusión del libro y de la cultura habría de, ser innecesario. Editores, autores y lectores son los más interesados en ello. Gobierno y Ministerio de Cultura se inhiben, sin embargo, ante todo lo que huela a difusión de la cultura.