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Saracíbar amenaza al Gobierno y a la CEOE con abandonar la negociación salarial en base a la inflación prevista

El máximo responsable de organización de UGT, Antón Saracíbar, amenazó ayer al Gobierno y a la CEOE con abandonar la práctica de negociar los salarios tomando como referencia la previsión de inflación. La central quiere seguir pactando los convenios con la misma política seguida desde los Pactos de la Moncloa, pero Saracíbar asegura que les será muy difícil si el Ejecutivo no compensa las rentas de pensionistas, parados subsidiados, trabajadores sujetos al salario mínimo y funcionarios con los dos puntos de salarios que han perdido una vez que la previsión de inflación para 1988 se ha subido del 3% al 5%.En el discurso pronunciado en la clausura del congreso de la federación minera, el dirigente ugetista dirigió la misma advertencia a la patronal CEOE, en caso de que los empresarios persistan en .su intransigencia de no pactar cláusulas de revisión que garanticen el poder adquisitivo ante la desviación de los precios.

Saracíbar asegura que, si el Gobierno quiere que se sigan negocíando los salarios como hasta ahora, tiene que hacer previsiones realistas del IPC (Índice de Precios al Consumo) y debe compensar a los colectivos dependientes de los Presupuestos Generales del Estado el poder adquisitivo perdido con el incremento de la inflación en este año. La UGT calcula en 87.300 millones de pesetas la deuda social contraída por el Ejecutivo con pensionistas, parados subsidiados, trabajadores sujetos al salario mínimo y funcionarios. El sindicato transmitirá ese mensaje a los grupos parlamentarios en las reuniones que mantendrán en los próximos días, la primera de ellas el lunes con los socialistas, para que lo tengan en cuenta a la hora de presentar enmiendas en el debate presupuestario.

Unidad con CC OO

El responsable de organización de UGT afirmó además que, en el caso de que el Gobierno no sea receptivo a sus reclamaciones, "no nos quedará más alternativa que unirnos a Comisiones Obreras en las movílizaciones sectoriales o globales".Saracíbar espera, por otra parte, "un gesto de Felipe González" para abanderar la construcción del espacio social y la Europa de los ciudadanos desde su presidencia de la Comunidad, como también lo espera la Confederación Europea de Sindicatos (CES). Entiende que para ello se tiene que superar antes "el divorcio del Gobierno con el movimiento sindical" y así evitar movilizaciones durinte el primer semestre de 1989, etapa de la presidencia española de la CE.

El dirigente ugetista cree que ahora es difícil concertar porque los trabajadores no pueden recuperar una parte de los grandes excedentes empresariales que se están generando. La UGT está dispuesta a enriquecer la negociación colectiva siempre que los empresarios acepten negociar cuestiones como los fondos de inversión y la participación de los trabajadores. Saracíbar cree que el plan de empleo juvenil del PSOE no se puede aceptar porque aumenta la precariedad en la contratación, reduce los salarios y propone ingentes subvenciones para las empresas.

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