Las primeras lluvias provocaron grandes atascos

El tráfico en Madrid, y en especial en las vías de acceso a la ciudad, estuvo ayer prácticamente colapsado durante las primeras horas de la mañana y la última hora de la tarde. Las tormentas caídas en la ciudad durante la madrugada y la mañana del martes provocaron una salida masiva de coches a las calles y que el número de accidentes se duplicara respecto a la media anual.

Entre las siete y las diez de la mañana la M-30 registró fuertes retenciones. Un camión atravesado en la confluencia de esta autovía con la carretera de Valencia, otro volcado a la altura del estadio de fútbol Vicente Calderón, en sentido Vallecas, y una colisión en el nudo de O'Donnell, en dirección Burgos, incidentes todos ocurridos de forma casi simultánea (entre las siete y las ocho de la mañana), causaron grandes atascos en ambos sentidos de la M-30.Estos tres accidentes, en los que no hubo heridos, fueron los más significativos de los 14 ocurridos durante la madrugada del martes. Casi todos los siniestros fueron provocados por derrapes de los vehículos por el mal estado del firme.

También durante las mismas horas de la mañana hubo grandes atascos en las calles de Doctor Esquerdo, Francisco Silvela, Joaquín Costa, Raimundo Fernández Villaverde y Reina Victoria. Hubo problemas de circulación en ambos sentidos de la avenida de América, y en las carreteras de Barcelona, Extremadura y de La Coruña.

Al mediodía, los mayores problemas se registraron en el paso subterráneo de la plaza Mayor, que estuvo cortado desde el mediodía hasta bien entrada la noche a causa de la rotura de una tubería de agua. Este corte repercutió sobre el tráfico de las calles de Arenal, Mayor, Segovia y Atocha.

Durante la hora punta de la tarde (entre las 18.30 y 20 horas) hubo fuertes retenciones en la zona de las rondas, desde Cuatro Caminos hasta la calle de Francisco Silvela. El paseo del Prado y la glorieta de Atocha registraron grandes problemas al no poder absorber la calle de Santa María de la Cabeza todos los automóviles que llegaban a ella. Por el resto de la ciudad la circulación fue lenta, con retenciones esporádicas en distintos puntos de la ciudad y en especial en la M-30.