La Federación de Químicas de UGT permanece, con Pepa Pardo al frente, bajo control del sector antirredondista
Pepa Pardo resultó ayer elegida secretaria general de la Federación de Químicas de UGT con el 56,75% de los votos de los delegados al congreso extraordinario, convocado para designar al sucesor de la ministra de Asuntos Sociales, Matilde Fernández. El redondista Francisco Berrocal no llegó a presentar su candidatura una vez conocida la correlación de fuerzas en la elección de la mesa del congreso.Pepa Pardo dedicó la práctica totalidad de su discurso a denunciar las irregularidades habidas en el proceso precongresual para impedir su elección. La dirigente ugetista asegura que ha habido "maniobras promovidas desde la ejecutiva confederal o al menos cierta complacencia hacia personas que han actuado en su nombre". El máximo responsable de organización del sindicato, Antón Saracíbar, desconoce ese tipo de maniobras y está dispuesto a abrir un expediente a quienes aseguren públicamente que él ha tenido alguna intervención.
En su dicurso, el secretario ugetista pidió reflexión a la federación y expresó, asimismo, su preocupación por medidas adoptadas por el Gobierno, "impensables en ningún país europeo", como la firma de pactos con la Confederación Sindical Independiente de Funcionarios y con la Unión Democrática de Pensionistas. A su juicio, "ello perjudica a UGT, pero daña aún más al Gobierno".
El mismo equipo
Pepa Pardo asegura que ella y su equipo, prácticamente el mismo de Matilde Fernández, se sienten plenamente identificados con las resoluciones del 34º congreso confederal de UGT y con el de la federación, celebrado en Benalmádena, donde la ejecutiva fue elegida con un respaldo superior al 90% de los delegados. Ella no comprende la pérdida de apoyos y lo atribuye a argumentos no sindicales. Rechaza la etiqueta de progubernamental y entiende que la raíz de los problemas está en las relaciones entre el partido socialista y la UGT. Pardo cree que es necesario promover un debate interno a fin de avanzar hacia el modelo socialista con una tarea conjunta del partido y el sindicato.La nueva secretaria general se compromete a realizar el esfuerzo porque no se repitan congresos como el celebrado ayer y pretende realizar una tarea de integración del conjunto de la federación en el trabajo diario y a través de una reflexión interna sobre el modelo sindical.
La ministra de Asuntos Sociales, Matilde Fernández, se despidió de su federación, en la que seguirá trabajando como militante de base, y pidió que no se haga un debate sobre las personas, ni planteado desde las libertades personales. Ella considera que la UGT necesita tener claro quién es su principal enemigo: la patronal y muchos más.
En el balance que hace de su mandato al frente de la federación desde 1982, cree que hay que tener en cuenta el desarrollo de la organización y su defensa de la política de concertación.
Matilde Fernández está convencida de que ahora se ha demostrado que el convenio general del sector no era malo, pese a las críticas recibidas desde la ejecutiva confederal y desde Comisiones Obreras, porque tiene una cláusula de garantía que otras federaciones y convenios no lograron.
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