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El ministro de Defensa destituye a tres mandos del recluta que falleció tras ser sometido a malos tratos

El ministro de Defensa, Narcís Serra, ha destituido a tres mandos del recluta catalán Francisco Fernández, de 19 años, que falleció el pasado 2 de septiembre en Valencia, tras ser sometido el día anterior a presuntos malos tratos por parte del cabo José Manuel G. M. El cabo, que ha sido procesado por un juez militar, obligó al recluta a efectuar duras pruebas físicas, al haber llegado rezagado tras unos ejercicios de instrucción. Fernández sufrió una lipotimia y murió al día siguiente. El cabo procesado por el juez militar declaró ayer en el juzgado civil de Valencia que también tramita la causa.

Por su parte, el capitán general de Valencia, Andrés Freire, ha decidido abrir un expediente disciplinario a seis militares por los mismos hechos. Serra ha destituido al coronel jefe de la Agrupación Logística de Paterna (Valencia), donde se produjeron los hechos, al jefe del grupo de abastecimientos, y al capitán de la unidad donde estaba destinado el recluta fallecido. Los tres han pasado a la situación de disponibles. El capitán general de Valencia ha expedientado a los anteriores y a un teniente, un alférez y un sargento de la unidad.El titular del Juzgado Togado Militar número 16, con sede en Valencia, procesó la pasada semana al cabo primero José Manuel G. M. al considerar que pudo cometer dos delitos de abuso de autoridad al haber sometido al recluta a ejercicios físicos (Ver EL PAÍS de 28-IX-88). Sin embargo, en el auto de procesamiento no se establecía una relación causal entre los ejercicios risicos y la muerte.

El juez militar decretó la prisión preventiva del cabo, que ayer fue conducido al Juzgado de Instrucción número 10 de Valencia para prestar declaración.

"Espíritu militar"

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Daniel Rodrigo, abogado del cabo procesado, declaró a la salida de las dependencias judiciales que la causalidad entre la muerte del recluta y los ejercicios físicos a los que fue sometido jamás podrá demostrarse. Aseguró que el trato de José Manuel G. M. hacia Francisco Fernández era normal e incluso favorable. Irene Fernández, madre del recluta fallecido, aseguró en su día a este periódico que José Manuel G. M. causaba múltiples problemas a su hijo, según le contaba éste durante los permisos.

El abogado Daniel Rodrigo negó que su cliente fuera violento y explicó que sólo estaba impregnado de un "fuerte espíritu militar".

Dos soldados que presenciaron los hechos también prestaron declaración. Por su parte, José María Merlos, ahogado de la familia del fallecido, afirmó que la autopsia definitiva aún está pendiente de varios análisis. La autopsia provisional afirma que la muerte se produjo a consecuencia de una parada cardiorespiratoria. En la tarde de ayer no pudo ser localizado por este periódico portavoz alguno de la Capitanía de Valencia para explicar los expedientes disciplinarios abiertos. La Capitanía había ofrecido una nota oficial de los hechos tras la publicación de las primeras noticias de lo ocurrido en la que negaba que hubiera existido malos tratos.

Según la versión oficial inicial, Francisco Fernández no efectuó más ejercicios que el resto de reclutas. Posteriormente, el pasado día 28 de septiembre, el propio Andrés Freire afirmó en una rueda de prensa celebrada en Murcia que "aparentemente no hubo malos tratos" con referencia al recluta Francisco Fernández.

El cabo José Manuel G. M. está procesado por un presunto delito de abuso de autoridad con malos tratos y otro delito de abuso de autoridad con trato denigrante a un inferior.

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