La calidad perdida
Los índices de calidad del servicio elaborados por la Compañía Telefónica a finales de 1987 reflejan una caída de más del 50% de los ratios con los que operaba la sociedad a finales del año anterior, según se desprende de los datos con los que cuenta el departamento de Gestión de la Red de la empresa semi-pública.La estrategia de saneamiento financiero diseñada por Telefónica durante el período 1982-1986 ha llevado a la empresa a perder su pulso inversor en el área de infraestructura de telecomunicaciones, el eje de sus responsabilidades como concesionaria de un servicio público.
La coincidencia entre el recorte de las inversiones y el incremento de la demanda ha desembocado en un saturación de infraestructura. El gap no ha sido salvado por una planificación en la demanda de servicios, a la que Telefónica ha renunciado virtualmente.
Como consecuencia, la atención reflejada alcanza niveles de récord histórico en la historia de la compañía: en grandes ciudades corno Madrid, donde el índice de vacantes (líneas disponibles) oscilaba tradicionalmente en torno al 14% del total de Líneas, los niveles actuales de vacantes rondan el 4%; lo que en la práctica supone un virtual desbordamiento de la demanda en determinadas zonzas.
El ritmo de instalación de líneas telefónicas realizado por la empresa alcanzó las 400.000 líneas en 1985, pasando a 455.000 en 1986 y 575.000 durante el año pasado; unas cifras raquíticas si se tiene en cuenta el escaso nivel de desarrollo del sector en España y los multimillonarios esfuerzos realizados en este capítulo por las administraciones telefónicas de otros países comunitarios.
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